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Thriller cubano “Un Samurái no muere así” unirá talentos de Carlos Lechuga y Jorge Perugorría

Road movie con códigos del thriller, la película surge de la idea de juntar en la pantalla a Jorge Perugorría con su hijo Andros, dirigidos por Lechuga.

Detalle del cartel provisional © Cortesía de Carlos Lechuga
Detalle del cartel provisional Foto © Cortesía de Carlos Lechuga

Este artículo es de hace 4 años

Prestigiado por sus anteriores largometrajes de ficción Melaza y Santa y Andrés, Carlos Lechuga se cuenta entre los más sólidos valores del joven cine cubano. Jorge Perugorría deseaba trabajar con él, y así se concibió Un Samurái no muere así, que une en pantalla el talento del más internacional de los actores cubanos con el de su hijo Andros Perugorría.

En cuanto al argumento, el filme se ambienta en la Cuba actual. Un padre homófobo y su hijo gay, emprenden un viaje por carretera que los llevará a un mundo desconocido. Para el hijo rechazado por su padre, esta es la única oportunidad de estar cerca de él y tratar de ganarse su confianza. Pero el viejo le esconde la verdad de lo ocurrido y le dice que el viaje es algo sencillo, pan comido… sin entrar en detalles.

La realidad es que el padre está usando al hijo que menos quiere para encontrar al hijo que lo hace sentir orgulloso. Cogen carretera y poco a poco se van alejando de la capital, de la zona de confort y sin sospecharlo van sumergiéndose en lugares siniestros, en un mundo de violencia extrema, un pueblito perdido, abandonado por dios, donde todos, por una razón u otra, buscan problemas. La violencia y las dificultades paulatinamente hacen que padre e hijo dejen sus diferencias a un lado y se unan.

Según el director y guionista, Carlos Lechuga, Un Samurái no muere así puede verse como adaptación velada de la novela Moby Dick, «con ese capitán que engaña a su tripulación para darle caza al monstruo marino y el viaje al corazón de la violencia. Nadie sabe que el hijo es un monstruo, pero encontrarlo es su obsesión, su “ballena blanca”. Al final del viaje el artista gay, como un samurái, demostrará más valor que sus parientes machos y empuñará el arma para salvar a su familia».

Un Samurái no muere así es la radiografía de un encuentro entre un padre homófobo y un hijo homosexual que quiere recuperar su cariño. Como en las grandes tragedias aquí el tema central es la familia, las relaciones de los padres con los hijos, además es una inmersión en la oscuridad y los recovecos del ser humano y de Cuba.

En cuanto al tratamiento estético habrá grandes contrastes de luces y sombras. Y colores azules metálicos para los interiores mezclados con los amarillos de las bombillas de la calle y el asfalto mojado. Este es un filme de callejones, subterráneos, pasillos, recovecos… De neblinas y humos para crear ambientes en las calles. Donde la sangre cuando aparezca va a ser bien oscura. Casi negra.

La cámara se usará con libertad, moviéndose mucho, siguiendo a los personajes y con muchos ángulos abiertos bajos, porque esta película también es un homenaje a los westerns urbanos norteamericanos. Con esta película veremos una Cuba distinta, alejada de las postales turísticas: noir, oscura, lluviosa, dura.

El filme ha estado en varios mercados internacionales, entre ellos el American Film Market, de la mano de Gabriel Beristain, conocido productor y director de fotografía. Actualmente el equipo dirigido por Lechuga ultima para empezar a rodar cuanto antes. La película será una coproducción entre Cuba, España y México.

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Joel del Río

Joel del Río. Periodista, crítico de arte y profesor. Trabaja como redactor de prensa en el ICAIC. Colabora en temas culturales con algunos de los principales medios en Cuba. Ha sido profesor en la FAMCA y la EICTV, de historia del cine y géneros cinematográficos.


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