La Habana, 21 jul (EFE).- Las cubanas Denia Caballero y Yaimé Pérez aspiran a ganar las medallas de oro y de plata en el lanzamiento del disco en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 con el fin de que la isla logre por novena ocasión en estas lides el 1-2 en el podio de esta disciplina atlética.
Caballero -campeona del mundo en Pekín 2015 y bronce olímpico en Río de Janeiro 2016- y Pérez -monarca nacional 2017- pretenden repetir en la capital peruana el mismo resultado que consiguieron en la anterior cita continental en Toronto 2015, señala este domingo el portal deportivo Jit.
Pérez llegará a Lima tras participar con éxito en la Liga de Diamante, donde recientemente implantó una nueva marca para la temporada en el disco femenino, al arrojar el implemento hasta los 69.39 metros en Soteville, Francia, lo que constituyó el mejor lanzamiento de su carrera.
En la historia del lanzamiento del disco femenino en los Panamericanos, las primeras cubanas en destacar fueron Carmen Romero y María Cristina Betancourt, quienes en Cali 1971 se convirtieron en una combinación ganadora que después repitió consecutivamente en México 1975 y San Juan 1979.
Luego, en Caracas 1982, se coronó Maritza Martén, quien mantuvo el reinado en Indianápolis 1987, esta vez con Hilda Eliza Ramos como segunda.
En la edición de La Habana 1991, la isleña Bárbara Hechevarría se alzó con la medalla dorada y Ramos volvió a ganar plata, y en Mar del Plata 1995 Martén regresó al primer lugar en el podio con seguida de Hechevarría en el segundo lugar.
Cuba no ganó medallas hasta Santo Domingo 2003, donde Anaelys Fernández y Yania Ferrales conquistaron la plata y el bronce.
La fórmula vencedora 1-2 para las cubanas llegó nuevamente en Río de Janeiro 2007 con Yarelis Barrios y Ferrales, y después en Guadalajara 2011 Barrios mantuvo la corona y Caballero fue tercera.
Según los pronósticos, Cuba, con diez títulos acumulados en la historia del certamen continental, debe mantener su superioridad en Lima, y para ello confía en las marcas de Pérez y Caballero, aunque no se descarta una gran rivalidad por el reinado, y en la disputa del bronce, entre brasileñas y estadounidenses.
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