El viceministro de Cultura de Cuba, Fernando Rojas, tildó de “estalinista” a un usuario cubano en Twitter, luego de que este le lanzara varias preguntas sobre los negocios privados de su esposa.
“Prestas demasiada atención a mi familia ¿Te lo pidieron o es un pedacito estalinista que tienes?”, escribió el también presidente del Consejo de Artes Escénicas, en la citada red social.
Un cibernauta, identificado como "George", le preguntó al extitular de la Asociación Hermanos Saíz sobre el vínculo de su esposa con el O2 Club, un spa ecológico -y privado- ubicado en la capitalina zona de Nuevo Vedado. A la par, hizo ecos de rumores que aseguran que el viceministro reside en Siboney.
“No vivo en Siboney. Los negocios privados son legales ¿En qué quedamos? Lo mismo dicen que hacen falta que los critican si les conviene”, contestó Rojas.
La plataforma “Cubanos en crisis” aprovechó el hilo del debate para indagar sobre el origen exacto del dinero para la puesta en funcionamiento del negocio familiar.
“El problema no son los negocios privados sino de donde sacan los dólares para tener los más distinguidos lujosos y lucrativos negocios de Cuba porque de la firma chilena allendista donde trabajaba tu exmujer, Esfera 2000 S.A, no creo que haya sido”.
“Ud difama y miente. De la cara”, respondió de forma escueta Rojas.
Esta no es la primera vez que un miembro de la familia de del antiguo director de la publicación oficialista Caimán Barbudo, pasa por el escrutinio de cubanos dentro y fuera de la Isla.
El pasado 12 de abril las redes sociales se abarrotaron de comentarios, tras la publicación de una foto de la hija de Fernando Rojas, Amalia, sosteniendo una bandera de los Estados Unidos.
“La hija de Fernando Rojas, el Viceministro de Cultura, el mismo que nos dice anexionistas, gusanos, vendepatrias, asalariados, mercenarios y etc. Parece que ella también lo es, no sé qué pensará el padre de todas esas imágenes”, manifestó un usuario identificado como “Lil Leo”.
Coincidentemente, ese mismo día el político cubano había catalogado de “anexionistas” a tres jóvenes que salieron corriendo con la insignia norteamericana, como parte de una actividad colateral de la XIII Bienal de La Habana, organizada por el artista y opositor al régimen Luis Manuel Otero Alcántara.
Rojas, uno de los engranajes claves dentro del régimen comunista, defendió fervientemente el Decreto Ley 349. Una normativa permite a los "inspectores" revisar cualquier evento cultural, desde exposiciones de pintura a conciertos, e inmediatamente decretar el cierre de un espectáculo e, incluso, confiscar una licencia comercial de un restaurante o un bar que albergue un evento objetable.
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