La doctora Odalis Pilar Frontela, acusada de extorsionar a un anciano de 85 años en Hialeah, se ha mostrado sorprendida por las acusaciones en su contra, y afirma que la situación ha puesto en grave riesgo su carrera profesional.
“Moralmente me han destruido”, ha dicho en declaraciones realizadas a Telemundo 51 en compañía de su abogado.
“Siempre todo lo que hago, lo hago como la ley establece”, añadió, y ha relatado su versión de los hechos.
Frontela ha explicado que recibió una llamada telefónica el año pasado de Lázaro Riesgo ―al que llama “familia” aunque no precisa el vínculo― en la que el anciano le pedía que la ayudara a reparar la casa para que él y su hijo (diagnosticado con una enfermedad terminal), pudieran acabar sus días en una vivienda en buenas condiciones.
“El beneficio que te voy a dar es que te quedes con la propiedad”, le habría indicado Riesgo, según argumenta ahora la doctora, quien piensa declararse a sí misma inocente en su comparecencia en corte.
El relato de Frontela se contradice con el informe de las autoridades, que explicita que hasta siete personas vivían en el domicilio, que había sido convertido en un hogar para ancianos sin contar con la debida licencia.
Mientras tanto, el anciano sigue diciendo que la doctora se aprovechó de él e “hizo con la casa lo que quiso”.
La doctora, que trabajaba en el hospital Larkin Community de Hialeah, fue arrestada el pasado viernes en el propio centro médico por haber hecho firmar documentos a Riesgo que la convertirían en propietaria de la vivienda.
Las autoridades precisaron que Riesgo también había firmado un documento donde pedía que no se utilizara ninguna técnica de reanimación en caso de padecer una urgencia médica.
Odalis Pilar Frontela se encuentra en libertad bajo fianza y, aunque afirma que no puede ofrecer detalles del caso, insiste en que solo espera que todo se aclare durante el juicio.
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