En la República Checa nació este agosto una bebé luego de que su mamá presentara muerte cerebral 4 meses antes y la gestación se llevara adelante de modo artificial en el Hospital Universitario de Brno.
La niña, Eliska, pasó 117 días en el vientre de su madre en estado vegetativo y logró nacer saludable con 2,13 kilogramos y una altura de 42 cm, informó infosalus.com.
La mamá, de 27 años de edad, sufrió muerte cerebral tras un severo derrame. Llegó al centro médico con 15 semanas de embarazo.
Inmediatamente fue sometida a un soporte de vida artificial bajo la decisión de salvar a la bebé e incluso los médicos movían sus piernas para simular caminatas y estimular el crecimiento de la niña.
En la semana 34 de gestación los médicos practicaron cesárea a la joven y luego le retiraron los equipos de vida artificial bajo autorización de la familia.
“Este ha sido realmente un caso extraordinario, donde toda la familia se mantuvo unida… sin su apoyo e interés nunca habría terminado de esta manera”, dijo a la prensa Pavel Ventruba, jefe de Ginecología y Obstetricia del Hospital, según el medio citado.
Hace aproximadamente un mes, una mujer dio a luz al primer bebé nacido en Estados Unidos de un útero trasplantado de una donante muerta.
En diciembre de 2018 también nació en Estados Unidos la bebé más pequeña del mundo registrada hasta el momento con solo 245 gramos.
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