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Hermann Dietrich Upmann, de inmigrante buscador de fortunas a dueño de un emporio del tabaco en Cuba

Hermann Dietrich Upmann realizó la primera inversión de capital alemán en la industria tabacalera cubana. Fue un importante comerciante de este producto y un amante del tabaco cubano.

H. Upmann y dos puros Gran Reserva © Collage
H. Upmann y dos puros Gran Reserva Foto © Collage

Este artículo es de hace 4 años

En el siglo XIX llegaban a los puertos cubanos cientos de europeos que se aventuraban a buscar fortuna en el Nuevo Mundo. Viajaban planeando las posibles conexiones con otros buques. Hermann D. Upmann no pensaba quedarse en Cuba, pero el tabaco lo retuvo.

¿Quién era H. D. Upmann al llegar a Cuba?

Hermann Dietrich Upmann (Alemania, 1816 - 1894) llegó a Cuba en un buque, con 23 años y un montón de planes en la cabeza. Traía consigo unos pocos saberes como relojero y comerciante, que eran los oficios aprendidos de su padre.

Hermann D. Upmann / Wikipedia.org

Durante el viaje conoció a un pasajero inglés del que poco se sabe. Sin embargo, fue un personaje determinante en la vida de Hermann, pues lo introdujo en el mundo maravilloso del tabaco y le convenció de probar suerte en este negocio, en Cuba.

Upmann aprendió los procesos de la fabricación de puros

Se alejó de su objetivo inicial de laborar para la empresa de importación y exportación Gravenhorst & Co. Se quedó en La Habana y comenzó a trabajar sin descanso para entender la profundidad del negocio del tabaco en la Isla.

Plantación de Tabaco en Viñales / CiberCuba

Era el boom del comercio de este producto en el mundo. Las ganancias eran sustanciosas para los comerciantes, aunque difíciles de ver para los productores y campesinos. Sin embargo, Hermann era un vendedor y sabía dónde estaba su mercado.

Se diferenció de la competencia

Upmann comenzó a producir puros y a enviar los mazos de tabaco a sus familiares y conocidos en Bremen, Alemania. Se presentaron problemas con la autentificación de los tabacos, pues llegaban con una calidad menor de la que él había enviado.

H. Upmann Connosieur B / cigarshop.ad/es/novedades

Decidió que era el momento de diferenciarse del resto de productores. Identificó sus mazos de tabacos con una cinta amarilla con su firma. Comenzó a marcar la diferencia, otorgándole un sello de autenticidad a su producto.

Los beneficios obtenidos de las ventas de ultramar le permitieron comprar en 1844 un local en la Calle San Miguel #85. Creó de este modo La Real Fábrica de Tabacos H. Upmann. En este período surgen además las marcas Punch y Romeo y Julieta entre otras.

Proveedor de Su Majestad Don Alfonso XII, Rey de España

Proteger el prestigio de la marca es un fantasma que atormenta hasta hoy a los productores de habanos. Upmann tenía obsesión con certificar la calidad de sus productos. Quizás por eso dirigió la Habana Cigar Brand Association, una organización que luchaba contra la producción y venta de cigarros falsos.

H. Upmann Gran Reserva / habanos.com

Por la calidad de su sello en el año 1855 La Real Fábrica de Tabacos H. Upmann consigue el título de proveedora de Su Majestad. Se encontraban entre los 5 mayores proveedores de tabaco cubano, para el mundo. Sin embargo, surgían nuevos retos y Hermann deseaba volver a Alemania.

Las generaciones Upmann

Hermann Dietrich y su hermano August Ludwig fueron la primera generación de Upmann en Cuba. Abandonaron el país para volver a Bremen, en la segunda mitad del siglo XIX. A ellos perteneció la inversión inicial de capital alemán en la industria tabacalera cubana.

El legado fue continuado por la segunda y tercera generación de Upmann durante las primeras décadas del siglo XX. Sin embargo, se vieron envueltos en escándalos y sospechas de espionaje en el período de la Primera Guerra Mundial por ser alemanes.

Banco de H. Upmann / Ecured.cu

En el año 1917 perdieron importantes propiedades en Estados Unidos y el Banco H. Upmann en La Habana fue cerrado. Sufrieron detenciones domiciliarias y la confiscación de sus bienes materiales en Cuba.

La marca fue vendida

En 1922 la firma británica J. Frankau & Co. compró la marca y dirigió la fábrica de cigarros hasta 1935. En ese año fue vendida a la Compañía Menéndez y García, quienes la administraron hasta 1960.

H. Upmann obtuvo entre 1855 y 1907, 12 medallas de oro en diferentes exposiciones internacionales. Sus productos son conocidos en el mundo entero y su marca conserva un sello de exclusividad, tal y como habría deseado Hermann Upmann.

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Gretchen Sánchez

Branded Content Writer en CiberCuba. Doctora en Ciencias por la Universidad de Alicante y Licenciada en Estudios Socioculturales.


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