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Bernardo Menéndez: "Tanto en mi Cuba como en mi Guayaquil la gente me reconoce como un actor y no como un famosito"

"Gracias a Dios no me ha tocado cambiar de profesión, aún en el exterior sigo viviendo por y del arte" asegura en esta entrevista el actor cubano Bernardo Menéndez, quien desde hace años reside en Ecuador.

El actor cubano Bernardo Menéndez reside desde hace años en Guayaquil, Ecuador © Cortesía del entrevistado
El actor cubano Bernardo Menéndez reside desde hace años en Guayaquil, Ecuador Foto © Cortesía del entrevistado

Este artículo es de hace 4 años

Yo siempre he sido fiel a la televisión. Me encanta “la caja boba” como le dice una prima mía de Madrid. Veo todo, películas, noticieros, novelas, transmisiones deportivas; y esto lo hago desde que, prácticamente, entró la primera tele a Cuba.

Recuerdo, con apenas tres años, escapar de mami y ver las llamadas novelas 'jaboneras' así como los comerciales de Consuelito Vidal y Maritza Rosales, los noticieros, los muñes en inglés; por supuesto, todo en blanco y negro.

Después de 1959 y con el desarrollo de ese importante medio vinieron las hoy desaparecidas aventuras, un espacio que por muchos años, animó a la infancia cubana. De esa época tan lejana y a la vez cercana conozco yo al padre de mi entrevistado de hoy, ambos con igual profesión: actor; ambos con el mismo nombre: Bernardo Menéndez.

Actor cubano Bernardo Menéndez / Cortesía del entrevistado

“Has echado bien atrás nuestras vidas, y digo nuestras pues yo nací en mayo de 1961 en La Habana, así que recuerdo casi todo lo que dices. En efecto, yo soy hijo de Bernardo Carmelo Menéndez-Cuesta Arza, actor y director, y María del Rosario Espina, ama de casa. Somos cuatro hermanos, y aunque solamente dos son de mamá y papá, nos queremos de igual forma.

“Me casé unas cuantas veces: la primera, con la madre de mis hijos, Raquel Suárez; gracias a ella poseo el mayor de mis tesoros, mis jimaguas, así como con una actriz cubana de teatro que ahora vive en España, Maríanexy Yanes, que me dio otra familia pues sus hermanas, madre, tías y sobrinos aún después de más de 20 años me siguen llamando yerno, cuñado y tío.

“De las otras parejas prefiero no hablar; pues hay algunos que podrían sentirse mal y en la actualidad somos muy buenos amigos. O sea, tengo muy claro el concepto de familia, célula fundamental de la sociedad.”

¿Qué hacen tus hijos?

“Greta y Alejandro son músicos; ella, pianista y él, violinista de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba. Greta ejerció un tiempo como profesora de piano, pero ahora se dedica a cuidar al otro tesoro de mi vida, mi nieta Penélope, que es una niña de ocho años que me tiene bobo.

“Y fíjate si para mí es importante mi familia que, sin desdorar a mis otros hermanos, 'mi Tata' es muy especial. Ojalá todos pudieran tener una Tata en sus vidas, y no es que no nos peleemos, como todos los hermanos, pero el amor y el cariño que papi y mami nos inculcaron se mantienen intacto a pesar de que ya los dos peinamos canas.

“Este amor se lo hemos trasladado a nuestros cuatro hijos; los de ella, Mayito y Cindy, son como los míos; y sus hijos, nietos.”

Escucho a Bernardito, que es como lo conozco desde jovencita, y pienso en todo lo que se ha perdido a nivel de familia. La vorágine de la vida actual, la digitalización del día a día, los juguetes que se alejan cada vez más de las muñecas y los carritos, no forman precisamente los hogares soñados por muchos.

“Tienes toda la razón. A pesar de ser hijo de padres divorciados, me tocó el mejor de los padres, pues papi siempre estuvo ahí para nosotros y mami hizo todo lo que estuvo en sus manos para que la relación con él fuera la mejor.

“Eso ahora se ve poco. Voy a decirte algo, me hubiera gustado tenerlos siempre juntos, que hubieran envejecido uno con el otro, pero aunque no pudo ser siempre sentí que estaban uno con el otro, porque siempre estuvieron los dos presentes en nuestras vidas.

“Como sabes, ya él falleció pero mami vive con mi hermana en Miami, sus nietos y bisnietos, y no recuerdo un solo momento de mi vida en que ella no haya estado ahí para darme un consejo, una caricia, un beso y buen sopapo; sí, porque era bien recta.”

Yo recuerdo con mucho cariño a tu padre. Era un excelente actor. ¿Influyó en tu profesión?

“Él fue fundador de la Radio y la Televisión Cubanas. Siendo todavía niño incursionó en la radio en Las Aventuras de Tarzán junto a Enrique Santisteban y Martha Jiménez Oropesa, que hacían sus padres.

“¿Te hago una anécdota? 40 años después, en mi primera aparición en radio, la propia Martha era mi madre en 'La novela de las dos', y Marthica del Río, mi novia”.

Recuerdo a Bernardo en muchas radionovelas pero más en la tele: sus apariciones en aventuras como Robin Hood y 20 mil leguas de viaje submarino, novelas como El hombre que vino con la lluvia, y una teleserie que rompió los rating En silencio ha tenido que ser, en una larga carrera que se extendió a 64 años.

“Tú te referías a Robin Hood, y es que realmente para los que tenemos entre 55 y 65, es imposible borrar de nuestras memorias toda la época de oro de las aventuras, en las que papi siempre estuvo presente, y en algunos casos como el que tu mencionas o 20 mil leguas de viaje submarino, hizo las dos versiones que se crearon en la TVC”.

Tal parece que estoy entrevistando al padre y no al hijo pero creo que en este caso está más que justificado. Lamentablemente no podemos hacerlo con el padre, pero por fortuna, sí con el hijo.

“Papi también fue fundador del departamento de doblaje. En esta especialidad, dirigió y actuó en un centenar de proyectos, por eso el premio nacional de Actuación de Doblaje lleva su nombre.

“Quiero decirte que los momentos más hermosos que guardo de mis incursiones en TV, Radio y Doblaje, que fueron muchas, son precisamente en las que actuamos juntos, pero sobre todo cuando él me dirigía o como en Chaplin una vida tuve el inmenso placer y compromiso de dirigirlo.

“Te confieso que el primer día que lo dirigí me temblaban las piernas y al terminar me dijo: 'qué orgulloso estoy de tener como hijo al mejor director que he tenido'. Claro que yo soy su hijo y me lo dijo porque estaba emocionado, pero ¿para qué decirte mentiras? yo estaba chocho: que un actor de su calibre me hubiera dicho tal elogio y que además era mi papá… ¿te imaginas?”

Ya para concluir con Bernardo papá, es bueno recordar su quehacer en la fundación del Tele Rebelde santiaguero.

“En esa ciudad formó y colaboró con gran cantidad de actores y directores, que lo recuerdan con cariño y que, además, hoy son mi amigos; por sólo mencionar algunos, Carlos Padrón, Fátima Paterson y el fallecido Raúl Pomares”.

¿Cómo recuerdas tu infancia corriendo por estudios y pasillos el ICRT?

“Yo empecé muy temprano a actuar en programas infantiles, aún sin haber cumplido los cinco años; me recuerdo corriendo por los estudios mientras actuaba, porque era terrible, no te puedes imaginar cuánto.

Empecé muy temprano a actuar en programas infantiles, aún sin haber cumplido los cinco años

“Recuerdo a mi abuela paterna Ángela cuando me llevaba a mi hermana y a mí a los programas que, como sabes, eran en vivo, y nos aprendíamos los libretos de un día para otro.

“En esa época estábamos mi hermana Tata, Enriquito Almirante, fallecido muy joven, Pedrito Campanería, Antonio Yañez y Maribel Rodríguez. Luego vinieron Patricio Wood, Amarilys Pumeda, Lourdita, la hija de Lourdes Torres, mi hermanita querida también, y Ramoncitín Veloz a quien quiero mucho. Los tres trabajamos juntos en Dos Gardenias y aquello era grandioso. Ellos cantaban y yo animaba como anfitrión.

“He dejado para el final a Albertico Pujols, porque él siempre cuenta una anécdota (que es de él no mía) pero que me parece muy graciosa. Dice que en uno de sus primeros programas, creo, fue en un tele cuento sobre Vietnam, él pensó que podría hacer un buen personaje porque era él, el que más se acercaba al biotipo del vietnamita.

“Pero que cuando llegó, el más blanco, el más rubio y el que menos se parecía a un vietnamita, era el niño principal, ¡yo! Esto lo cuenta Albertico y a mí me parece muy gracioso. ¡Todos! aún hoy, y aunque separados y viviendo en diferentes lugares, seguimos siendo muy buenos amigos y tenemos mucho recuerdos en común”.

¿Siempre quisiste ser actor?

“No. ¿Sabes? Al principio era como un divertimento, como un juego, creo que era por aquello de que los niños me conocían y que era entretenido ser el niño actor.

“Mi padre siempre estuvo muy orgulloso de mis logros, pero nunca influyó en ninguna de mis decisiones, siempre me decía que yo sabía lo que quería.”

¿Estudiaste en alguna escuela de arte?

“No estudié en ninguna; soy autodidacta, practiqué y aprendí en los estudios de radio y TV y en el teatro”.

¿Qué te gusta más, el drama o la comedia?

“Me gusta tanto la comedia como el drama, pero creo que hacer comedia es más difícil, porque es más fácil hacer llorar que hacer reír.

“Me veo ahora, tras tantos años actuando y ¿sabes?, hubo una época en que me hubiera encantado ser un matemático famoso, pues me apasionaban mucho los números, bueno los sigo amando, tal vez soy un matemático frustrado, pero un actor realizado, porque aunque aún me faltan muchas cosas por hacer, creo que he logrado muchos de mis sueños en el mundo de las artes escénicas.

Aunque aún me faltan muchas cosas por hacer, creo que he logrado muchos de mis sueños en el mundo de las artes escénicas

“De hecho, cuando me llamaron para hacer el personaje protagónico de Recuerdo de dos lunes de Arthur Miller, junto a mi padre y a ese otro grande que fue Ricardo Dantes, me dije: 'esto es lo mío'”.

Luego vendrían para el joven Bernardo Menéndez trabajos en todos los medios; así en TV: El viejo Espigón, El Jaguar; en teatro: La querida de enramada, Se alquila un cuarto; en cine: El último tren, Sumbe; y en la radio, en tantos que sería un dolor de cabeza extraer solo dos.

“He tenido la suerte de haber trabajado con los grandes, además de los ya mencionados: Martha Velazco, Andrés Hernández, Raúl Selis, José Antonio Rivero, José Antonio Rodríguez, Georgina Almanza, Fela Jar, Diana Rosa Suárez, Cruz Pérez, Pastor Felipe, etc, etc, etc. Y otros más recientes, que puedo decir son mis amigos: Irela Bravo, Leonor Cabal, Susana Pérez, Teresita Rúa, Raquel González y la gran Miriam Mier, que fueron mis parejas en la radio cubana.

“Hay dos personas a las que además de deberles mucho, tengo el honor de decir que son mis amigos: Frank González y Julio Alberto Casanova, éste ya fallecido. Ellos siempre fueron muy generosos conmigo y me señalaron el camino como a un hermanito más chiquito.

“De mi generación, por supuesto, Maribel Arroyo y un sinfín de nombres que siempre me acompañan. Hay una anécdota que Leonor e Irela Bravo contaron hace poco en TV, que cuando estábamos haciendo la novela cubana Doris, en Radio Progreso, hubo un hecho, que no voy a delatar porque Irela me mata.

“Pero el caso es que estábamos en una escena muy fuerte de llanto por la muerte de mi madre y yo miré a Irela y me empecé a reír, y todos los que estaban en la escena comenzaron a reír también, pero era como un llanto al oído y era el final de capítulo.

“Caridad Martínez, la directora, que estaba concentrada en su final, no se dio cuenta, y vino al estudio al final a felicitarnos, pero por respeto y disciplina nunca le dijimos que estábamos muertos de risa porque resulta ser que Irela… ¡Mejor lo dejo ahí!”

No sé qué habrá hecho Irela, pero me río sólo al imaginarlo. ¡Preciosos momentos que todos vivimos en nuestros colectivos laborales pero en el caso de los artistas, se viven doblemente, pues encarnan personajes ajenos a ellos, y lloran, sonríen, discuten…¡por partida doble!

¿Y qué me dices de los directores?

“Los directores son capítulo aparte; otra hubiera sido mi vida si en el camino no me hubiera encontrado con el gran Abelardo Rodríguez, a él le debo gran parte de mi carrera y un sinfín de premios de actuación.

“Carlos Díaz Vilela, Pablo Verbitsky (al que le debo dirigir, la otra parte de mi carrera, y otros muchos de los premios en la radio cubana); Alex Álvarez, quien siempre confió en mí.

“En el teatro a Miguel Montesco; también en la TV tengo que hablar de Eduardo Moya, gracias a él tengo el premio al mejor actor de la TV Cubana en 1998.”

En pleno apogeo de tu carrera, año 1999, haces un cambio radical y te vas a actuar para Ecuador, específicamente a Guayaquil. ¿Por qué?

“En 1999 recibí la invitación del grupo guayaquileño de Teatro Ensayo Gestus, para dirigirles la obra Breverías de mujeres de José Sanchis Sinisterra.

“Al principio venía por tres meses y regresaba, tenía entonces 38 años. Pero se complicaron las cosas, me propusieron crear una escuela de teatro primero, luego un puesto en una Universidad, y otro proyectos teatrales y televisivos, y también me enamoré, me volví a casar (y a divorciar) y ¡nada! que ya llevo 20 años en este pedazo de tierra ecuatoriana, porque una cosa trajo a la otra.

“Guayaquil es como La Habana, me la recuerda mucho, con sus grandes portales y sus manzanas cuadradas, y como es costa, el guayaco se parece al habanero, o bueno eso digo yo.

Guayaquil es como La Habana, me la recuerda mucho

“Aquí encontré una familia ecuatoriana en el teatro, Virgilio Valero, quien fue el que me invitó y mantengo una fuerte amistad; Libia León, Marina, Montse, Miltón, Alejandra, Carmen, Elena, Fernando, Vanezza, Azucena, que todavía hoy me acompañan, y con viejos amigos cubanos que me hacen sentir como en casa, Isabel, Belkis, Leonel, Mónica, sus familias”.

¿Nunca tuviste presión de alguien, tu papá, el ICRT para que regresaras? Eran tiempos diferentes.

“Nunca, yo vine por una invitación a través de la UNEAC y ese estatus aún lo mantengo. Aunque muchos digan lo contrario y critiquen mi posición, soy un artista y los artistas tomamos partido por el arte y a través de él, siempre he dicho lo que pienso y como pienso, pero en el lugar que debo y de frente, no critico a quien toma otras posturas, pero tampoco me gusta que me critiquen a mí; esto es parte de la vida”.

¿Qué has hecho en Guayaquil?

“En Guayaquil he hecho de todo: cuatro telenovelas, entre ellas una que me dio a conocer, El Cholito, muchos programas unitarios de TV, algo de cine, una película independiente sobre la vida de Narcisa de Jesús, la beata ecuatoriana canonizada. Muy poco de radio, pero sí mucho teatro.

“Además, clases en universidades, escuelas e instituciones culturales. Gracias a Dios no me ha tocado cambiar de profesión, aún en el exterior sigo viviendo por y del arte.

Gracias a Dios no me ha tocado cambiar de profesión, aún en el exterior sigo viviendo por y del arte

“Como anécdota aquí he vivido todo, desde que pensaran que yo era ecuatoriano, hasta una vez que en Cuba yo iba con mis hijos, y un ecuatoriano nos paró y les dijo a mis hijos que ellos no sabían con quién estaban caminando por La Habana, que yo era uno de los más importantes actores ecuatorianos, y mis hijos se echaron a reír y me dijeron: 'el que no sabe es él, porque tú eres cubano'.

“Otra vez, en la Catedral pasó algo parecido pues cuando estaba haciendo El Cholito, la telenovela que te comenté, unas ecuatorianas se me acercaron a tomarse unas fotos conmigo y le dijeron a la vendedora que yo era un actor famoso de su país, y la vendedora le dijo que no, que yo era famoso pero en Cuba, y eso me dio mucho orgullo, y les aclaré a las jóvenes de Ecuador, que yo era cubano, aunque ya llevaba unos cuantos años por Guayaquil.”

En estos momentos, proyectos, ¿qué haces?

“Acabo de estrenar en microteatro (una modalidad de obras cortas que se exhiben en una noche 3 ó 4 funciones) una versión de Sobre el daño que hace el tabaco de Antón Chejov, una obra hermosa y difícil, pero que cada noche me da muchas satisfacciones.

“Lo estoy presentando en este mes de agosto miércoles a sábados, en tres funciones por noche. Hay otros tres proyectos pero … ¡en silencio a tenido que ser por hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas!...jajá.”

¿Vas regularmente a Cuba?

“Todos los años voy, no puedo vivir sin el Malecón, sin mis amigos, sin mi calor, sin mis hijos y sin mi nieta, a veces y cuando los compromisos me lo permiten voy dos veces. Soy cubano y es mi familia.

No puedo vivir sin el Malecón, sin mis amigos, sin mi calor, sin mis hijos y sin mi nieta, a veces y cuando los compromisos me lo permiten voy dos veces. Soy cubano y es mi familia

“Sin embargo, también pienso que Cuba, mi Habana, están detenida en el tiempo y que cuando escucho a los más jóvenes quejarse por el transporte, las pocas opciones de tantas cosas, etc, etc, etc, pienso que esto yo lo viví hace treinta años.

“Hay que hacer algo y pronto para recuperar el esplendor del teatro, la TV y los logros deportivos, que tanta gloria nos dieron. Creo que las nuevas generaciones han dado paso atrás y que la cultura de un pueblo debe ser mostrar sus mejores atributos y en eso estamos fallando”.

Comparto contigo esa sencilla ecuación de nuestra actual sociedad. ¿Te consideras un hombre feliz?

“¿Me preguntas si soy un hombre feliz? ¿Puedo no serlo, si he tenido los mejores padres, los mejores hermanos, incluida mi Tata, los mejores hijos y sobrinos, la nieta más hermosa, y unos sobrinos nietos que me adoran?

“¿Puedo no serlo si Ecuador me acogió como un hijo y tengo amigos como Virgilio, Azucena, Milton, Leonel, Isabel, Belkis o Mónica, que no me dejan caminar solo nunca?

“¿Puedo no serlo si tanto en mi Cuba como en mi Guayaquil la gente me reconoce como un actor y no como un 'famosito'? ¿Puedo no serlo si hago lo que me gusta y además me pagan por ello?.

“Que no todo ha sido maravilloso en mi vida, que también ha habido tropiezos, pues claro, pero eso es parte de la vida, y por eso vale la pena vivirla, si todo fuera color de rosa, sería muy aburrido; así que respondo a tu pregunta: ¡sí!, soy un hombre feliz, porque he vivido y vivo”.

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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos

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