La justicia española ha condenado a Alejandro Sanz a pagar 5,4 millones de euros (casi 6 millones de dólares) a su ex representante Rosa Lagarrigue por romper su relación profesional unilateralmente, según ha informado el diario El País.
El origen del conflicto se inició en 2016 cuando Sanz cortó su contrato por un supuesto descuadre de cuentas que la mánager desmintió en un comunicado.
"La empresa ha desarrollado durante más de 30 años su actividad de forma transparente e intachable", decía el comunicado emitido por RML -la sociedad de la conocida representante-, quien demandó al artista por 9 millones de euros.
Y la decisión que tomó entonces el famoso cantante la ha salido cara, porque tras tres años de batalla legal la sentencia ha fallado a favor de la que fue su mánager durante 25 años y con quien tenía un contrato firmado hasta 2019.
La resolución del Juzgado de Primera Instancia número 74 de Madrid se produjo el pasado 9 de septiembre pero no ha sido revelada hasta ahora.
De momento ninguna de las dos partes se ha manifestado, pero la sentencia no es firme y puede ser recurrida por ambas partes.
El fallo de este pleito legal ha salido a la luz tan solo unos días después de que se haya confirmado que el cantante y la artista cubana Rachel Valdés tienen una relación amorosa.
La noticia la confirmó la revista española Corazón, quien obtuvo unas fotografías de la pareja, en actitud cariñosa y cómplice, disfrutando de un día por los canales de Miami.
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