CARACAS, 24 sep (Reuters) - Un grupo de legisladores oficialistas asistió el martes por primera vez en más de dos años al Parlamento de Venezuela dominado por la oposición, en una sesión en la que no hubo altercados pero quedaron expuestas las profundas divisiones de los bandos.
En un debate de casi cinco horas, los representantes de la oposición ratificaron que se debe convocar a nuevas elecciones presidenciales, mientras los oficialistas demandaron el levantamiento de las sanciones financieras impuestas por Estados Unidos.
En medio de gritos de simpatizantes del oficialismo desde los balcones del recinto en contra de los opositores, de la polarización de los discursos y los reclamos mutuos, la sesión de la Asamblea Nacional presidida por el líder opositor Juan Guaidó finalizó sin incidente como los ocurridos en el pasado con golpes y empujones.
A la sesión del Parlamento, con un total de 167 legisladores, asistieron el martes 38 del oficialismo y 95 de la oposición, según indicó la oficina de prensa opositora.
"Estamos listos para arreglar todo el desastre que ha hecho la derecha" con el poder legislativo, dijo Francisco Torrealba, portavoz del bloque oficialista en la Asamblea, al asegurar que sus contrincantes habían decidido hacer de la cámara un instrumento para atacar al gobierno y no para el diálogo.
El veterano diputado opositor Henry Ramos, no obstante, destacó en su intervención que luego de tantos años de críticas y acoso del oficialismo a la Asamblea, la bancada del gobierno retornaba al plenario. "Ustedes están pagando un costo político por sentarse aquí. Lo entiendo", dijo.
Ese costo está asociado, agregó Ramos, al "debate interno que han tenido" entre los diferentes sectores del oficialismo como el encabezado por Diosdado Cabello, segundo hombre del gobierno y uno de los más duros críticos de Guaidó.
Cabello, quien preside la oficialista Asamblea Nacional Constituyente y sigue siendo diputado, no estuvo en la sesión porque viajó a Corea del Norte.
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro y la primera dama, Cilia Flores, quien continúa como diputada de la bancada oficial, están de visita en Moscú.
En Venezuela operan dos asambleas desde que en abril del 2017 la bancada oficialista de unos 50 miembros abandonó el Congreso en medio de protestas contra el gobierno de Maduro, que dijo que para sortear la crisis requería de una Constituyente, lo que hizo que legisladores del chavismo se sumaran al nuevo órgano.
La Constituyente aun no revela la nueva Carta Magna ni qué cambios ha hecho, mientras el Parlamento opositor ha aprobado una serie de medidas pero no puede aplicarlas porque carece del control de los órganos del Estado, que retiene Maduro pese a que está cada vez más cercado por la comunidad internacional.
Aunque los diputados oficialistas estuvieron el martes en el Congreso, el grupo seguirá asistiendo a las reuniones de la Constituyente, dijo la parlamentaria Tania Díaz.
La asamblea, con mayoría opositora desde las elecciones del 2015, ha estado desde entonces bajo acoso judicial, un poder descrito como proclive al gobierno, con una veintena de diputados detenidos, en el exilio o refugiados en embajadas en Caracas.
(Reporte de Mayela Armas y Vivian Sequera. Editado por Javier Leira)
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: