Estados Unidos y Honduras suscribieron en días recientes una serie de acuerdos migratorios que tienen en el centro de su atención a aquellos cubanos y nicaragüenses que usan este país centroamericano como vía para llegar a la nación norteña.
El canciller hondureño Lisandro Rosales explicó en declaraciones a la prensa nacional, que ninguno de estos documentos firmados plantea la posibilidad de que Honduras se convierta en un “tercer país seguro”
Aunque diferentes medios de prensa han revelado información sobre el tema, asegurando que ambos gobiernos evitarán el uso de este término para no provocar un impacto mediático negativo, el país se ha planteado poner freno a la migración irregular y el cruce de sus fronteras, en correspondencia con las nuevas políticas migratorias que negocia la Casa Blanca con los países de la región.
“Tampoco se trata de asilar una gran cantidad de gente, o tener llenas las fronteras de Honduras como se ha estado mal informando”, agregó, a la vez que explicaba que desde inicios de este año se han estado planteando las bases de lo que hoy se plantea.
Según lo que se ha dado a conocer el acuerdo migratorio busca desincentivar la migración irregular, en aras de reducir el número de personas que llega a Honduras con Estados Unidos como su destino.
Aunque las personas que se encuentran hoy en la nación centroamericana son de diferentes nacionalidades, por el momento el acuerdo solo incluye a cubanos y nicaragüenses.
El canciller destacó que en el pasado unos 25 mil cubanos pasaban por territorio hondureño, sin embargo, desde que comenzaron a aplicar una multa de 150 dólares por personas el flujo migratorio ha disminuido.
También aludió a que se harán acuerdos con otros países de la región, a fin de reforzar las fronteras y con Estados Unidos tienen un modo peculiar de actuar.
“La diferencia de estos acuerdos con el resto es que cuando una persona llegue a Estados Unidos a solicitar asilo, no serán enviados a Honduras, sino que los van a trasladador a sus lugares de origen”, destacó.
Así mismo recordó que con el Gobierno de La Habana se encuentran “en una negociación para un acuerdo de repatriación o deportación” de aquellos que entren de manera irregular al país. La idea ya había sido anunciada por el presidente Juan Orlando Hernández en una entrevista concedida a la televisión nacional de ese país.
Para quienes soliciten asilo, en correspondencia con los tratados internacionales, se les ofrecerá refugio pero también harán un estudio para comprobar que su vida corre peligro.
Resaltó el canciller Rosales que una vez que este acuerdo entre en vigor la ACNUR y OIM serán “las encargadas de atender a estas personas en calidad de asilo”.
Un cálculo preliminar estima que unas 250 personas, entre cubanos y nicaragüenses, podrán recibir esta condición de refugiados en Honduras.
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