El presidente argentino, Mauricio Macri, reconoció esta semana como embajadora y “autoridad máxima de Venezuela en la Argentina” a Elisa Trotta, representante del líder opositor Juan Guaidó.
El mandatario ordenó a su canciller, Jorge Faurie, que no renovara la permanencia en el país de los diplomáticos de Nicolás Maduro, quienes deberán marcharse en los próximos días.
“Las visas diplomáticas de los representantes del régimen de Maduro se han vencido, y pedimos que sean devueltas a la Cancillería argentina”, explicó Faurie al diario Infobae.
Según el funcionario, las visas no serán renovadas porque Argentina no reconoce al dictador Maduro.
De acuerdo a la publicación, para hacer efectiva la medida el gobierno argentino tendrá primero que localizar a cinco representantes chavistas cuyas visas han vencido, y a dos militares que habían sido destinados a cumplir funciones para el UNASUR, un foro que ya no existe.
Además, en la sede de la embajada venezolana en Buenos Aires están aún dos funcionarios cuyos permisos al parecer no han caducado.
La decisión de Macri da continuidad a la posición que adoptó el pasado 23 de enero, cuando Guaidó se autoproclamó presidente interino de Venezuela.
Argentina fue una de las primeras naciones en reconocer el nuevo gobierno. El propio Macri en su cuenta de Twitter expresó que su “apoyo a la decisión del Presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, reconociéndolo como Presidente Encargado de ese país”.
“Argentina apoyará todos los esfuerzos de reconstrucción de la democracia venezolana y el restablecimiento de las condiciones de vida dignas para todos sus ciudadanos”, añadió en un segundo tuit.
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