En 1889 se graduó en la Universidad de La Habana la primera mujer médico de Cuba. Su nombre es Laura Martínez Carvajal y llegó a ser especialista en Oftalmología.
Laura fue la primogénita de una familia española de alta posición social. Nació el 27 agosto de 1869 y cuando comenzó a leer, con solo 4 años, sus padres notaron en ella altas capacidades de aprendizaje.
Tanto fue así que se convirtió en la primera joven cubana en graduarse de bachiller, estudios que cursó en el Colegio San Francisco de Paula, del cual egresó con 13 años para continuar su formación en la Universidad de La Habana.
Para el asombro y la inconformidad de sus compañeros de clase, Laura era la única mujer que además matriculó en dos carreras, Ciencias Físico-Matemática y Medicina, un reto que superó con excelentes resultados académicos.
Una universidad de hombres
Las clases teóricas de Medicina las recibía en el Convento de Santo Domingo, mientras las prácticas las realizaba en el antiguo Convento de San Isidro. A pesar de su alto nivel de formación, recibía continuas críticas y burlas de sus compañeros.
La Universidad llegó incluso a prohibirle el estudio de algunas asignaturas en presencia de hombres, como por ejemplo las prácticas de disección de cadáveres. Estaba obligada a recibir estas clases sola, los fines de semana.
En uno de los cursos comenzó su romance con el entonces estudiante de medicina Enrique López Veitía, quien luego sería un reconocido oftalmólogo cubano. El joven intentó apresurar la boda, pero su suegro se negó hasta que Laura terminó la formación académica.
El 15 de julio de 1889, con solo 19 años, se convirtió en la primera mujer graduada de Medicina en Cuba y un año antes se había graduado de la carrera Físico-Matemática.
Una vida dedicada a la familia, la ciencia y la comunidad
La Doctora Laura Martínez Carvajal se especializó en Oftalmología, como su esposo. Durante su matrimonio tuvo 7 hijos de los que cuidó amorosamente, pero sin dejar de trabajar como médico.
Junto a su marido desarrolló una carrera como científica y participó en varios congresos médicos de la época. Sus estudios en arte y sus habilidades como dibujante le sirvieron para ilustrar los artículos sobre oftalmología hechos por ambos y crear un Atlas de Fondo de Ojo.
Al enviudar, en 1910, Laura cayó en una profunda crisis emocional que la llevó a abandonar la carrera en un momento cumbre y con solo 41 años. Se aisló del mundo en su finca “El Retiro” en el municipio Cotorro.
Allí, junto a una de sus hijas, creó una escuela gratuita para los niños de la comunidad, a la que se entregó los últimos años de su vida. Murió de tuberculosis a los 72 años.
Laura Martínez Carvajal está considerada la primera mujer médico de Cuba, la primera Especialista en Oftalmología y según algunas fuentes, también la primera mujer en ejercer como médico con una cédula profesional en Latinoamérica.
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