El documental franco-británico "Cuba, la revolución y el mundo" aborda la singular política exterior desarrollada por Cuba en 60 años de comunismo, y revela detalles que, en opinión de sus realizadores, muestran por qué la política de Fidel Castro ha desconcertado siempre a adeptos y a enemigos.
El material, de casi dos hora de horas de duración y estrenado esta semana, contiene entrevistas del propio Fidel Castro ante dos periodistas estadounidenses, así como del ex presidente estadounidense Bill Clinton, de ex miembros de los servicios de inteligencia cubanos y de antiguos diplomáticos que estuvieron involucrados en negociaciones secretas.
También brinda acceso a numerosos archivos cinematográficos inéditos sobre operaciones militares en el exterior, con énfasis en aquellas en las que participaron soldados cubanos, como las que tuvieron lugar en la frontera entre Argelia y Marruecos, América Central o las más conocidas de el Congo Belga y Angola.
“Nuestro enfoque es contar la historia de aquellos que la vivieron e influyeron, y sabíamos que los cubanos no tendrían libertad de expresión en varios temas. Queríamos escapar de los cuestionamientos habituales”, dijo al diario francés Le Monde Delphine Jaudeau, una de los directores del documental.
En su opinión, si “esta revolución ha sobrevivido tanto tiempo, con enemigos en todas partes, esto es particularmente gracias a que la política exterior de Castro no es estándar. Incapaz de imponerse en la escena internacional por la fuerza, el régimen tuvo que usar otros medios...”, añadió.
Una de las declaraciones más interesantes es la del ex mandatario Bill Clinton acerca del método que usó el gobierno cubano para desestabilizar a su enemigo histórico, Estados Unidos, en un contexto marcado por la desintegración del bloque socialista europeo.
“De repente, dejando a miles de cubanos tratando de encontrar refugio en Florida, estaba tratando de deshacerse de sus propios problemas y avergonzar a Estados Unidos”, resumió el demócrata.
En el documental también se muestra cómo el líder cubano, a regañadientes, fue abandonando su idea de que la lucha armada ya no puede cambiar el mundo.
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