Frank Ordóñez, el joven conductor de UPS que murió tras ser secuestrado y baleado en el sur de la Florida, recibirá hoy el último adiós de sus familiares y amigos.
Este domingo tuvo lugar una vigilia en el mismo sitio donde el pasado jueves el ecuatoriano dejó estacionado su auto para ir a trabajar. El objetivo de la cita no era solo recordarlo, sino pedir justicia y transparencia a las autoridades locales. Fueron colocadas velas y flores como tributo al la víctima de 27 años que conmocionó al sur del Estado, describe Telemundo.
El padrastro del joven, Joe Merino, dijo al canal de televisión que Ordoñez intentaba escapar, y si la policía se hubiese demorado más, si hubiese intentado negociar, hoy Frank estuviera con vida. También aseguró que la víctima quería salir para esconderse debajo del camión.
“Queremos transparencia, eso es lo que exigimos, que todo se publique, de lo contrario, nunca sabremos que fue exactamente lo que ocurrió", advierte Merino, quien crió a Frank desde los 10 años y dice recordarlo siempre con una sonrisa y como un muchacho noble.
En sus declaraciones, Merino manifestó no saber nada del proceso investigativo, que estos últimos días han sido "los más difíciles" para la familia y que solo el FBI se ha comunicado con ellos. También agradeció a la comunidad por el apoyo brindado desde el pasado 5 de diciembre cuando tuvieron lugar los lamentables sucesos.
Luego de los sucesos ocurridos, varias son las interrogantes que se han desatado sobre el caso por el proceder de los agentes encargados de resolver la situación, donde los sospechosos Lamar Alexander y Ronnie Hill fueron detenidos. Sin embargo, el padrastro de la víctima acusa a la Policía de ser los verdaderos culpables de la muerte del joven conductor.
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