La migrante cubana Yodalys Mendoza, quien está perdiendo completamente la vista a causa de una rara enfermedad, recibió un permiso condicional para entrar a Estados Unidos y esperar allí la respuesta a su solicitud de asilo político.
“No veo. Nada más veo la silueta. Veo todo negro. De momento puedo quedar ciega", declaró la cubana al medio KRGV.
La abogada de inmigración Charlene D'Cruz, quien representa a la cubana, explicó que Mendoza padece toxoplosmosis. "Es un parásito que prácticamente se ha comido la retina del ojo derecho y ahora se está comiendo la retina del ojo izquierdo", aseguró.
La abogada ha estado solicitando desde hace algún tiempo a las autoridades fronterizas, conocidas como CBP, que eximiera a Mendoza del Protocolo de Protección de Migrantes (MPP), el cual se implementó a fines de julio del pasado año, con el fin de que los migrantes que buscaban asilo en la frontera estadounidense comenzaran a ser procesados en territorio mexicano, o sea, que fuera en México y no en Estados Unidos donde esperaran por sus audiencias de asilo.
No obstante, las poblaciones vulnerables pueden ser excluidas de estos parámetros, y tal fue el caso de la cubana, a pesar de que lo llevaban intentando desde hace algún tiempo y siempre le negaban la posibilidad de esperar su audiencia en la Florida junto a su familia.
Mientras tanto, la enfermedad de la migrante cubana de 52 años ha ido empeorando. Incluso le explicaron a las autoridades que "no podía andar en la calle sola, que tenía miedo. Que ya yo me había montado en un taxi y me había desorientado".
“Antes de quedarme ciega, quiero ver a mis hijos y conocer a mis nietos", pidió Mendoza.
Según explica el citado medio, este lunes la cubana volvió a intentar con las autoridades migratorias, quienes le negaron una vez más su entrada a Estados Unidos.
No obstante, a Mendoza, quien también sufre de crisis epilépticas, el lunes por la noche las autoridades finalmente decidieron otorgarle el permiso condicional para entrar en Estados Unidos.
En el día de hoy Mendoza viajó a reunirse con sus hijos y nietos en Miami, donde debe esperar su audiencia para la solicitud de asilo político.
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