El gobernante Miguel Díaz-Canel llamó este jueves a fabricar radios, teléfonos celulares, cajitas decodificadoras de la televisión y ventiladores en Cuba, con el objetivo de cubrir la demanda interna.
En la reunión de balance del Ministerio de Industrias (MINDUS), el mandatario reiteró su discurso de que es necesario dar respuesta a todo lo que sea posible con producción nacional y a romper la mentalidad importadora.
“No hay nada que lacere y atrase más que la mentalidad importadora, porque genera dependencia, acomodamiento y así no hay desarrollo”, dijo.
“Tenemos que potenciar la industria textil y la del calzado”, añadió, citado por la ACN.
El MINDUS, creado para rehabilitar y desarrollar la maltrecha industria cubana en las ramas sidero-mecánica, de envases y embalajes, electrónica y del reciclaje, entre otras, incumplió en un 20% el plan de exportaciones de 2019, mientras que sus ingresos provenientes del exterior llegaron solo al 87% de lo planificado.
Es común que las industrias de la Isla suelan incumplir sus compromisos debido a la sobreexplotación de sus tecnologías, las cuales dependen, para volver echar a andar, de la entrada de piezas de repuesto con las que remendar las arcaicas máquinas. A todo lo cual se suma la falta de combustible que golpea todo los sectores del país.
Por su parte, el primer ministro Manuel Marrero afirmó que en Cuba pueden fabricarse muchos artículos que hoy se compran en el exterior, como los aires acondicionados y los splits, fundamentales en un país tan caluroso.
Precisamente estos equipos, junto a los freezer y las partes de lada y motos, están entre los más demandados por los clientes en las nuevas tiendas en dólares y otras divisas extranjeras inauguradas en octubre pasado.
Sin embargo, debido a la crisis que atraviesa la economía cubana, en provincias como Villa Clara sucedió que a apenas cinco días inaugurar sus dos primeras tiendas, artículos como las neveras, los propios splits y los ciclomotores eléctricos (las populares motorinas), ya se habían acabado.
Acerca de la posibilidad de suplir esas carencias con productos nacionales, el primer ministro Manuel Marrero Cruz habló de realizar un levantamiento de todas las mercancías que se importan, así como de las posibilidades de la industria cubana de producirlos.
No obstante, el funcionario reconoció que el propio mercado cubano desconfía de la industria nacional, de la calidad de sus productos y de la rapidez de su respuesta.
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