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Turista británico ve "maravilloso" que en La Habana no haya McDonald’s, Starbucks, ni KFC

"No hay tiendas de Apple. No hay vallas publicitarias. No drive-thrus", dijo el turista

Hotel Packard y edificios de La Habana © CiberCuba
Hotel Packard y edificios de La Habana Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 4 años

Un turista británico viajó a La Habana y desde el hotel Packard, uno de los más lujosos de la ciudad, encontró maravilloso que la ciudad no contara con McDonald’s, Starbucks, ni KFC.

"No hay tiendas de Apple. No hay vallas publicitarias. No drive-thrus", dijo el turista a través de un artículo que publicó The Cottish Sun.

Hotel Packard, en La Habana / Foto: CIberCuba

Para el viajero, su visita fue "sorprendentemente diferente", y esa sensación de regresar en el tiempo forma parte "del encanto de La Habana", dijo.

Desde una suite del lujoso hotel, que comparó con un palacio, describió que su cama podía albergar a un equipo de cinco jugadores y que tenía "un baño reluciente" en el que podría haberse perdido.

No pudo faltar la mención a la comida. Contó de las muchas opciones que él, como cliente, pudo disfrutar exclusivamente.

"Desayuno buffet en el Clipper, comida gourmet en el restaurante Biscuit, la mejor cocina cubana en Tradiciones y hay espléndidas tapas en el restaurante español del hotel", describió el viajero.

Comparó a La Habana con un museo viviente, pero no mencionó, en ninguna de sus descripciones, el lado oscuro de una ciudad que difícilmente sabe lo que son los lujos a los que solo el extranjero tiene acceso. Que la ciudad no tenga comercios que son propios del capitalismo no la hace maravillosa, sino miserable.

Edificios de La Habana / Foto: CiberCuba

Es triste que este extranjero, desde las lujosas instalaciones de un hotel exclusivo para pocos bolsillos, haga propaganda de las bellezas que se reservan solo para quienes pueden pagarla, mientras otros deben buscar el modo de bañarse o poner sobre la mesa algún alimento que les permita continuar.

Ese es el daño que le provoca el turismo de lujo a la isla. Crea una cortina de humo entre la ficción y la realidad.

Solar de La Habana / Foto: CiberCuba

Mientras algunos creen que ese es el mundo, un obrero, un maestro o un médico solo podrán, con sus reducidas economías familiares, evitar que se venga abajo la moral individual de un individuo al que la nación le ha dado la espalda.

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Lázaro Javier Chirino

Periodista de CiberCuba. Licenciado en Estudios Socioculturales por Universidad de la Isla de la Juventud. Presentador y periodista en radio y televisión


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