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Madre de un niño cubano con tumor cerebral relata la odisea que pasó para llegar a Oriente en medio del coronavirus

Tatiana tuvo que viajar durante 14 horas con su hijo de 18 kilogramos en las piernas. "Me duele la columna, me duele todo", comenta.

Tatiana López y su hijo Caleb © CiberCuba
Tatiana López y su hijo Caleb Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 4 años

Una madre cubana cuyo hijo de tres años tiene un tumor cerebral que compromete su desarrollo contó a CiberCuba su odisea para llegar a la terminal de ómnibus de La Habana y trasladarse hasta Guantánamo en medio de la crisis del coronavirus.

Tatiana López se encontraba con su hijo Caleb Rodríguez en el hospital Juan Manuel Márquez de Marianao para un chequeo médico cuando el primer Ministro cubano, Manuel Marrero, anunció el lunes que el país suspendería esa misma noche los viajes interprovinciales por el coronavirus.

La mujer, desesperada, solicitó que una ambulancia de la dirección nacional del SIUM, que siempre la traslada de La Habana hasta Guantánamo, la llevara de regreso a su provincia, pero los servicios no estaban disponibles por la emergencia sanitaria del COVID-19. Entonces tuvo que tomar a su hijo en brazos y salir rumbo a la Terminal de Ómnibus Nacionales.

"Como mi hijo no se mueve, no camina, no atiende, ni hace nada, tuve que pagar una máquina que me cobró 10 dólares por llevarme desde el hospital hasta la Terminal en Boyeros", explicó la mujer.

Allí, con ayuda de la muchacha de la taquilla, pudo embarcar en una guagua que terminaba el viaje en el Segundo Frente, en Santiago de Cuba, 60 kilómetros antes de la ciudad de Guantánamo.

Sin embargo, como era de los últimos ómnibus que saldrían Tatiana tuvo que abordarlo y comenzar a coordinar que una ambulancia de su provincia la recogiera en ese punto de la geografía cubana y la llevara hasta su casa.

Llevaba una carta de viaje elaborada por los médicos y firmada por el hospital, y pagué mis 158 pesos, que es el valor del pasaje en moneda nacional, subrayó.

Sin embargo, solo había un boleto disponible por lo que Tatiana y Caleb tuvieron que compartir el asiento durante 14 horas.

"Mi niño pesa 18 kilos, y lo tuve que llevar cargado en mis piernas hasta la provincia de Granma", donde se desocupó un asiento; el viaje total duraría 16 horas, aclaró.

Luego de conseguir el boleto de última hora y abordar el ómnibus, los choferes informaron a los pasajeros que por el coronavirus no habría venta de ningún alimento durante el viaje. "Fueron 16 horas y mi bebé no se alimentó bien debido a la restricción de la venta de comidas por la carretera", fue terrible, señaló Tatiana.

Finalmente, al llegar al entronque de Songo la Maya, la recogió la ambulancia de Guantánamo que había coordinado antes de salir de La Habana y la llevó hasta la puerta de su casa, relató.

"Ahora tengo tremendo dolor en la columna y en las piernas; pero las madres somos fuertes, sabemos aguantar todo tipo de dolor para ayudar a los hijos" afirmó la mujer.

Agobiada por su situación, Tatiana lamenta que en casos como el de ella, cuyo hijo apenas se mueve y es imposible trasladarlo en transporte público, el SIUM no se responsabilice con llevar al paciente hasta las terminales, por lo que debió pagar 10 dólares para llegar a la terminal.

El pequeño Caleb, tiene un meningioma fibroblástico que le comprime el hipotálamo, el nervio óptico, y la arteria carótida, lo cual le impide realizar una vida normal.

Actualmente el niño no camina, no habla, ni entiende, afirma Tatiana, quien ha conocido de casos de éxito en clínicas de Estados Unidos y ha pedido que el gobierno cubano y todas las personas interesadas la apoyen para realizar el procedimiento en ese país o en cualquier otro con tecnología de avanzada.

Sin embargo, esta madre de dos pequeños, una niña de 9 años y Caleb de 3, apenas recibe ayuda social por parte del gobierno cubano. Comenta a CiberCuba que, aunque las autoridades costean sus viajes a La Habana para las consultas médicas, la ayuda no le alcanza.

Por ejemplo, subraya, Caleb necesita pañales desechables y en su provincia le dijeron que hace 4 años estos no se distribuyen, por lo que tiene que comprarlos con su propio dinero o usar pañales de tela.

"Los compro con mi salario, pero cuando no puedo no lo hago, utilizo los pañales de tela cuando esta en casa. Pero no es fácil amiga, como hay que lavar!!", comentó.

Tatiana es instructora de arte en la especialidad de danza en un seminternado, y su abuela de 82 años cuida al niño mientras ella trabaja "porque con la ley de madre cuidadora solo iba a recibir 246 pesos, y con eso no alcanza para vivir", relató.

Asimismo, hace casi dos años está esperando un aire acondicionado para el niño y no ha obtenido ninguna respuesta de las autoridades. "Caleb necesita un aire acondicionado porque tiene trastornos de la temperatura corporal y hace picos de calor, la temperatura le sube a 39 y 40 grados", agregó.

Lo peor, subraya, es que el problema de su hijo no tiene solución en Cuba. "Los médicos me explicaron que el país no tiene los recursos para remover exitosamente el tumor", afirmó.

Al respecto, la mujer solicita ayuda humanitaria para operar al niño en otro país. "Ojalá Dios me ayude a encontrar personas que me quieran aportar para resolver este gran problema que lentamente acaba con mi corazón", expresó Tatiana.

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