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Las calles de un barrio de La Habana en tiempos de coronavirus

Las avenidas se muestran vacías en los alrededores de la Villa Panamericana, menos en las zonas con tiendas que venden pollo, donde siguen las grandes colas.

Villa Panamericana, La Habana © CiberCuba
Villa Panamericana, La Habana Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 4 años

La reportera de CiberCuba, Iliana Hernández, cumpliendo las medidas de seguridad ante el coronavirus en Cuba dio un breve recorrido por las calles de su barrio para conseguir activar sus datos móviles en un punto de ventas de ETECSA.

Las avenidas se muestran vacías en los alrededores de la Villa Panamericana, en La Habana. Sin embargo, las tiendas que venden pollo siguen con grandes colas. A pesar de estar organizadas por la policía hay momentos de aglomeraciones que son focos de contagio del coronavirus.

Una vecina de la comunidad se acercó a Iliana para solicitarle que grabara un mensaje con la esperanza de ser escuchada por los gobernantes cubanos.

“¿Firmaste las colas esas? Yo no sé dónde está el teléfono de los dirigentes, para llamarlos y decirles que en la Villa Panamericana nadie hace caso. Que pongan el pollo ese a la venta en las bodegas, para que todo el mundo coja. ¿Por qué no lo ponen en la bodega? Porque les gusta el tumulto. Aunque haya poco si se vende en la bodega alcanza para todos”, asegura esta ciudadana.

“Hay escasez de comida. Si no nos mata el virus nos mata la hambruna”, aseguró esta cubana que dice ser comunista y descendiente de combatientes de la Revolución.

“No tengo nasobuco. Los están vendiendo en la calle a 15 pesos y hasta a un dólar” explicó la vecina en la Villa Panamericana.

El Estado vende las mascarillas a 5 pesos en moneda nacional, pero los revendedores los compran y triplican su precio en las calles.

“Eso no es para que lo vendan. La gente se aprovecha de que no hay el producto. El atelier no lo hace porque no hay tela”, aseguró la ciudadana.

Esta pareja de habaneros comentó también la mala organización en la venta del pollo, un producto que al comercializarse por la libre genera grandes aglomeraciones.

Otra vecina de esta comunidad intervino varias veces durante la grabación de Iliana, para insinuar que era ilegal y exhortar a otros ciudadanos a que no participaran, que no hablaran ante la cámara. Las personas que reprimen y silencian están en todas partes en Cuba.

Los cubanos se saludan en las calles manteniendo las distancias. Unos y otros se preocupan por el uso del nasobuco, por cómo adquirirlo y dónde te hicieron el tuyo.

Las conversaciones habituales en las calles están dedicadas a los precios de las cosas y las colas que se hacen en todas partes, para cualquier servicio o producto. Las de los puntos de ETECSA, lugar al que iba Iliana, son extensas y lentas.

Recientemente varios cubanos lanzaron una campaña en Twitter para exigir que la única compañía telefónica en Cuba baje los precios de los servicios, especialmente en este momento de aislamiento social en que es tan necesario estar conectado con el mundo.

Iliana tardó más de una hora de espera para adquirir los datos móviles en un punto de venta en la Villa Panamericana. Esta cola es innecesaria, porque los servicios de pago podrían hacerse por vía telefónica o por internet, pero en muchos lugares aún no existe esta opción o como en este caso se deben revisar los equipos por problemas para activar el servicio.

La gente tiene que seguir la vida en Cuba, salir a comprar comida, hacer las colas, coger transporte público, comprar sus datos móviles, pero deben hacerlo con la mayor protección posible.

El coronavirus continúa extendiéndose en Cuba y los casos ya comienzan a despertar el interés y hasta un poco de alarga entre la población, aunque solo se han declarado dos muertes hasta la actualidad.

Las medidas de aislamiento social son imprescindibles para evitar que el coronavirus en Cuba genere una situación extrema como se vive en países de Europa o en los propios Estados Unidos. Sin embargo, muchas personas consideran que ya es tarde pues ha comenzado a extenderse entre cubanos.

Al llegar a casa Iliana Hernández mostró a sus seguidores los protocolos particulares que ha creado para evitar introducir el virus en el hogar. Una de las cosas más importantes es no entrar con los mismos zapatos con los que se anduvo por la calle.

La Organización Mundial de la Salud recuerda a los ciudadanos que ante el coronavirus las dos medidas más importantes son el aislamiento y la higiene. El lavado de las manos frecuente con agua y jabón es simple y debe convertirse en el hábito de cada ciudadano.

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