La cifra de muertos por coronavirus en España ha aumentado en 809 personas en las últimas 24 horas para un total de 11.744 fallecidos, según ha anunciado el Ministerio de Sanidad de ese país.
La cifra, inferior a las 932 víctimas anunciadas ayer, es la menor de la última semana.
Solo 975 nuevos pacientes requirieron hospitalización, menos de la mitad que cualquier otro día. El pasado jueves fueron 2.524.
Los ingresos en las UCI también han mostrado una bajada acusada: 116 nuevos ingresos, aunque los medios recomiendan tomar estos números con cautela, porque algunas comunidades autónomas mezclan el número total de ingresos desde que comenzó la pandemia y otras le restan los fallecidos y las altas. En cualquier caso se trata de la cifra más baja desde que España entró en la fase aguda de la crisis.
Los porcentajes más recientes muestran una desaceleración de los incrementos de muertes, contagios y hospitalización de pacientes en unidades de cuidados intensivos con respecto al viernes, cuando España se acercó al número de muertos en Italia debido a la pandemia.
La Comunidad de Madrid sigue siendo la región con más población afectada, con 36.249 positivos por COVID-19 y 4.723 muertos, seguida de Cataluña con 24.734 personas infectadas por el coronavirus y 2.508 fallecidas, y Castilla-La Mancha que ha amanecido con 9.324 afectados y 786 muertos.
Este sábado, después de reunirse con el consejo de científicos que le asesora, y consultarlo con los líderes de los distintos partidos políticos, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha anunciado su decisión de prorrogar el estado de alarma, que deberá ser aprobada ahora por el Congreso de los Diputados.
La nueva prórroga del estado de alarma se extiende durante dos semanas más, es decir, hasta el 26 de abril.
Mientras tanto, crecen en España las críticas a la gestión del gobierno, que parece no estar gestionando bien la crisis y empieza a acusar, según diversas encuestas, el desgaste político tras la pandemia.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha reconocido que el Gobierno está barajando la posibilidad de recomendar a la población el uso de mascarillas para salir a la calle, luego de haber sostenido que no eran necesarias.
En una rueda de prensa oficial realizada de forma telemática diversos periodistas cuestionaron los motivos por los que tanto el ministro como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llevaban mascarillas en su visita a la fábrica de material sanitario Hersill.
"El presidente y yo hemos cumplido con el protocolo establecido, si bien, aunque no puedo confirmar nada, esta es una de las medidas que vamos a recomendar", ha aseverado el ministro de Sanidad, que estuvo acompañado por la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Coordinación, Arancha González Laya.
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