El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo ayer sábado que el gobierno chino ha facilitado un envío de 1,000 respiradores donados a su estado, como un ejemplo de las medidas extremas que los líderes están tomando para asegurarse de forma independiente suficientes dispositivos que podrían salvan vidas durante la actual pandemia de coronavirus.
Cuomo elogió al gobierno chino por su ayuda para asegurar el envío de las máquinas de respiración asistida, que llegó ayer al aeropuerto Kennedy, al tiempo que reconoció que el arsenal de los suministros médicos se reduciría drásticamente.
"Todos estamos en la misma batalla aquí", dijo Cuomo, y mencionó que el estado de Oregón también se había ofrecido voluntariamente para enviar 140 ventiladores a Nueva York.
La prisa por asegurar los suministros ha provocado una intensa disputa entre los estados y el gobierno federal en un momento en que la nación enfrenta una de sus emergencias más graves. Líderes como Cuomo se han visto obligados a salir de los canales normales y trabajar directamente con gobiernos autoritarios y empresas privadas desde que el pasado día 7 de marzo se declaró el estado de emergencia en su estado.
El gobierno ha lanzado una campaña en las redes sociales, "New York Tough" (New York Resiste), para alentar la resiliencia de los neoyorkinos en este momento difícil.
Por su parte, el presidente norteamericano Donald Trump aseguró que los estados están haciendo solicitudes infladas de suministros médicos cuando la necesidad no está allí y sugirió que él había tenido que ver con el envío de los respiradores chinos a Nueva York. Trump también dijo que le gustaría escuchar un "gracias" más rotundo de Cuomo por proporcionar suministros médicos y ayudar rápidamente a aumentar la capacidad del hospital. Cuomo reconoció que había pedido ayuda a la Casa Blanca y a otros para negociar los suministros.
"Le hemos dado al gobernador de Nueva York más de lo que nadie ha recibido en mucho tiempo", declaró Trump a periodistas en Washington.
Mientras que el estado de Massachusetts utilizó el avión del equipo de fútbol americano Patriots para recoger más de un millón de máscaras de China, Rusia también envió equipos médicos a los EE.UU. Trump, por su parte, dijo que evitaría la exportación de máscaras protectoras N95 a Canadá y otras naciones, lo que provocó una reprimenda del primer ministro Justin Trudeau, que, en cambio, continúa enviando guantes y kits de prueba a los EE.UU.
El número de personas infectadas en los EE.UU. ha superado ya los 312,000, con más de 8500 muertos. Más de 3.500 de esas muertes se producen en el estado de Nueva York, incluidas más de 2.600 en la ciudad de Nueva York.
Además de obtener ventiladores de China y Oregón, Cuomo ordenó a los hospitales privados del estado redistribuir las máquinas de respiración a los más necesitados.
"Quiero que todo esto termine", dijo Cuomo, señalando que si bien han pasado aproximadamente 30 días desde el primer caso del estado, "se siente como toda una vida".
Trump también declaró que el gobierno federal está montando un hospital de campaña de 2.500 camas en el Centro de Convenciones Javits de Nueva York, que contará con personal militar, y que se están construyendo proyectos similares en hospitales en Louisiana y Dallas.
"Desafortunadamente habrá mucha muerte, pero mucha menos muerte que si esto no se hiciera", dijo Trump. Más tarde agregó que el gobierno federal es "un respaldo... el mayor respaldo que haya existido para los estados".
El número de muertos en Nueva York superó el pasado 3 de abril la cifra de los muertos en el atentado terrorista contra las Torres Gemelas.
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