Más de una docena de investigadores, médicos y expertos en salud pública de EE.UU., trabajaban a tiempo completo en la sede en Ginebra de la Organización Mundial de la Salud cuando el nuevo coronavirus surgió a fines del año pasado y transmitieron información sobre su descubrimiento y difusión en China a la administración Trump, según publica este domingo el diario The Washington Post.
Los altos funcionarios de salud designados por Trump también consultaron regularmente a los niveles más altos con la OMS a medida que se desarrollaba la crisis, aseguran.
La presencia de esos funcionarios estadounidenses debilita la afirmación del presidente norteamericano Donald Trump de que la falta de comunicación de la OMS sobre el alcance de la amenaza, nacida del deseo de proteger a China, sería responsable de la rápida propagación del virus en los Estados Unidos y el resto del mundo.
Caitlin B. Oakley, una portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos, confirmó a The Washington Post que personal norteamericano trabajaba desde enero en "una variedad de programas, incluidos COVID-19 y Ebola", aunque enfatizó que los miembros del personal no eran "quienes tomaban las decisiones".
"Que haya habido estadounidenses integrados en la OMS que brindan asistencia técnica no cambia la información que tenemos sobre el liderazgo de la OMS", aseguró Oakley en un correo electrónico enviado a WaPo. "Ahora sabemos que la información de la OMS era incorrecta y dependía demasiado de China".
Al ser preguntada sobre por qué la OMS "no presionó más a China", dijo que "la falta de transparencia ayudó y que el liderazgo de la OMS obstaculizó la comprensión del virus y retrasó la respuesta global".
China "se demoró semanas" al permitir que los expertos de la OMS visitaran en enero y febrero, dijo Oakley, "y la OMS nunca los criticó por la demora e incluso elogió a China por su 'transparencia'".
Los funcionarios de la OMS, sin embargo, han señalado que la agencia debe confiar en la información de los países miembros.
El Dr. David Nabarro, enviado especial de la OMS, afirmó en el programa Meet the Press de la cadena NBC el fin de semana pasado que "realmente tenemos que trabajar con la información que obtenemos".
"No tenemos, en la Organización Mundial de la Salud, el poder de inspeccionar más allá de lo que los países nos dicen", dijo Nabarro.
La noticia de la presencia de funcionarios estadounidenses en la OMS se produce después de que Trump anunció que suspenderá los fondos para la organización a principios de este mes mientras se realiza una investigación.
A preguntas sobre si minimizó la crisis o ignoró las advertencias de los miembros de su administración, el Presidente dijo que la investigación giraría sobre el "papel de la OMS en la mala gestión y en encubrir la propagación del coronavirus".
Estados Unidos aporta entre 400 y 500 millones de dólares a la OMS cada año, dijo Trump al anunciar la congelación de fondos, señalando que China "aporta aproximadamente 40 millones de dólares".
"Si la OMS hubiera hecho su trabajo para que expertos médicos ingresaran a China para evaluar objetivamente la situación en el terreno y hubieran denunciado la falta de transparencia de China, el brote podría haberse contenido en su origen con muy poca muerte", dijo.
Sin embargo, los demócratas ven en las afirmaciones de la administración la búsqueda de un chivo expiatorio para la propagación de la pandemia.
"La OMS no es perfecta. Pero en este momento tenemos que trabajar con ellos en el campo, es nuestra única buena opción", dijo previamente un asistente del Congreso demócrata a la cadena CNN. "La administración está utilizando a la OMS como chivo expiatorio. Es obvio".
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió a China este sábado que debería enfrentar consecuencias si resulta "conscientemente responsable" de la pandemia de coronavirus, en declaraciones en las que endureció las críticas a Pekín por su manejo del brote.
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