El actor norteamericano Tom Hanks y su esposa, Rita Wilson se ofrecieron como voluntarios para donar su sangre para la investigación de una vacuna contra el coronavirus, después de que ambos lograran superar la enfermedad.
La pareja dio a conocer a conocer que se habían contagiado el pasado 11 de marzo en Australia, donde trabajaban en la preproducción de una película de la Warner Bros sobre Elvis Presley.
Una vez que se recuperaron, regresaron a su hogar en Los Ángeles, California. Desde entonces han estado buscando maneras de cooperar con los esfuerzos de la comunidad científica para encontrar una vacuna contra el coronavirus.
Hanks y Wilson, ambos de 63 años, se inscribieron en un estudio médico para comprobar si sus anticuerpos servirían a los investigadores que trabajan en el desarrollo de un fármaco que inmunice a las personas contra la COVID-19.
Esta semana, el actor confirmó en el podcast de NPR que tanto él como su mujer fueron aprobados para donar sangre porque portan los anticuerpos.
“Gran parte de la pregunta es, ¿qué es ahora? ¿Qué hacemos ahora? ¿Hay algo que podamos hacer?. Y, de hecho, acabamos de descubrir que llevamos los anticuerpos “.
“No solo nos han contactado, hemos dicho: ‘¿Quieres nuestra sangre? ¿Podemos dar plasma?’ Y, de hecho, lo daremos ahora a los lugares que esperan trabajar en lo que me gustaría llamar Hank-ccine”, bromeó.
El intérprete de Forrest Gump y ganador de dos premios Oscar confesó que Wilson, con quien lleva casado 32 años, lo pasó mucho peor que él.
La pareja, que se encontraba en Gold Coast, en la costa este australiana, acudió al médico después de presentar síntoma de fatiga, fiebre y dolores musculares. Tras someterse a la prueba y dar positivos, fueron ingresados de inmediato.
Sin embargo, la recuperación de ella fue mucho más lenta. La también actriz padeció unas terribles náuseas provocadas por la hidroxicloroquina, un medicamento contra la malaria que el presidente Trump ha promocionado como un posible tratamiento para combatir el coronavirus, pese a las reticencias de los expertos de la salud.
“Rita pasó por un momento más difícil que yo”, dijo en una entrevista con el Radio Show de la Defensa Nacional a principios de abril.
“Tenía una fiebre mucho más alta y tenía otros síntomas. Perdió el sentido del gusto y el olfato. No sintió absolutamente ningún placer con la comida durante una buena parte de tres semanas”, detalló.
“Tenía tantas náuseas que tuvo que arrastrarse por el suelo desde la cama a las instalaciones. Duró un tiempo”, precisó.
El matrimonio, uno de los más estables de Hollywood y padres de dos hijos, ha alentado a las personas a mantener el distanciamiento social como vía para frenar el avance del coronavirus, así como a cumplir las orientaciones de los médicos, tal como ellos hicieron en su momento.
“Muchas, muchas gracias a todos en Australia que nos cuidaron. Su cuidado y orientación hicieron posible nuestro regreso a los Estados Unidos. Y muchas gracias a todos los que se acercaron con buenos deseos. Rita y yo lo apreciamos mucho”, dijo el actor en un comunicado emitido en marzo pasado.
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