Un eventual vacuna china contra el nuevo coronavirus se convertirá en "bien público mundial", aseguró este lunes el presidente Xi Jinping durante la 73ª Asamblea Mundial de la Salud de la OMS.
En un discurso retransmitido a través de video en la asamblea de la organización, en Ginebra, el mandatario chino indicó que su país consagrará 2.000 millones de dólares en un plazo de dos años para la lucha mundial contra la COVID-19.
Los 194 estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se reúnen este lunes por primera vez a distancia para intentar coordinar la respuesta a la pandemia de coronavirus, un encuentro bajo amenaza de confrontación directa entre Estados Unidos y China.
En su discurso, el jefe de estado chino se mostró a favor de una "evaluación completa" de la respuesta mundial al nuevo coronavirus una vez que se haya controlado la epidemia.
“Quiero subrayar el significado de esta Asamblea en este momento crucial, la más grave emergencia social en el ámbito sanitario desde el fin de la II Guerra Mundial. La COVID-19 nos sorprendió a todos”, aseguró el mandatario antes de expresar sus condolencias a los fallecidos.
"Este virus no conoce fronteras ni razas. La comunidad internacional no ha retrocedido ante el virus, nos hemos ayudado mutuamente. Tras arduos esfuerzos, China ha logrado revertir la situación", afirmó.
En un intento por contrarrestar las numerosas críticas y acusaciones de haber ocultado información sobre el virus, Jinping también aseguró que su país, donde hizo su aparición el coronavirus a fines de 2019, "siempre" mostró "transparencia" y "responsabilidad" ante la epidemia.
A principios de mayo, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, culpó a China por cientos de miles de muertes debido al coronavirus y le exigió compartir información sobre el brote.
"En todo momento hemos hecho gala de una actitud abierta y responsable, hemos compartido información con la OMS y algunas de nuestras experiencias sobre el control de la enfermedad", aseguró.
Buena parte de la intervención del líder chino estuvo dedicada a insistir sobre la necesidad de cooperación internacional bajo el liderazgo de la OMS, que también ha recibido críticas, sobre todo de EE. UU. por la gestión de la pandemia.
"Tenemos que potenciar el intercambio de informaciones, desplegar la cooperación internacional. Hemos de seguir apoyando a los científicos para aclarar el origen y las vías de transmisión del virus. El liderazgo de la OMS es indiscutible. China llama a aumentar el apoyo político y financiero a la OMS y conseguir ganar la batalla a la enfermedad", dijo.
En otro momento de su discurso, el presidente chino insistió en la necesidad de ayudar a los países africanos, donde su país ha hecho considerables inversiones esta última década, en lo que los analistas califican de movimiento geopolítico de afirmación a mediano plazo.
"Hay 46 equipos médicos chinos residentes en África luchando contra la COVID-19. Tarde o temprano, la comunidad internacional vencerá la COVID-19, pero tenemos que mejorar el sistema de gobernanza de la salud pública, acelerar la respuesta. (...) China va a ofrecer durante dos años apoyo a los países afectados, en particular a los países en vía de desarrollo. Va a cooperar con la ONU para construir un hub de respuesta humanitaria y trabajará con los demás miembros del G20 para la suspensión de la deuda para los países más pobres", concluyó.
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