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Leonardo Padura vuelve a defender el sistema de salud cubano: “Hay que señalar lo malo y también reconocer lo bueno”

Para el autor, los problemas del sistema sanitario cubano son “económicos antes que de salubridad”.

Leonardo Padura en entrevista a Notimex en 2018. © Captura de Youtube
Leonardo Padura en entrevista a Notimex en 2018. Foto © Captura de Youtube

Este artículo es de hace 3 años

El reconocido escritor cubano Leonardo Padura volvió a hacer una defensa del sistema de salud cubano por encima de las necesidades de alimentación en la isla, que se han agudizado por estos días ante la crisis global por la pandemia del nuevo coronavirus.

“En la esquina de mi casa se arman colas largísimas para comprar un pedazo de pollo, aunque el sistema también nos aporta la atención de salud pública universal”, aseguró el multipremiado autor en una entrevista con el diario argentino Clarín, uno de los escritores contemporáneos más elogiados actualmente por la crítica internacional dentro del archipiélago.

Ganador del Premio Princesa de Asturias en 2015 el y Premio Nacional de Literatura, en 2012, Padura sostiene que “hoy el sistema tiene las virtudes y defectos que conocemos, siempre ha habido debilidades y son las que se muestran a partir de esta crisis global de la pandemia que padecemos”.

Para el autor, los problemas del sistema sanitario cubano son “económicos antes que de salubridad”, y destacó el rol del mismo frente al brote de coronavirus, ya que “ha habido menos de cien muertos y muy pocos contagiados por día”.

“Hay que señalar lo malo y también ser honesto y reconocer lo bueno”, agregó, antes de volver a resaltar las misiones médicas internacionalistas promovidas por el régimen, las cuales son de continuo señaladas como herramienta propagandística del castrismo y como una forma de explotación profesional a los galenos formados en la isla.

“Todas las lecturas políticas son respetables: hubo polémica en Brasil, donde fueron expulsados por Bolsonaro; en Ecuador, donde ocurrió lo mismo; en Argentina, donde también se discutió esta cuestión, y se han dicho muchas cosas. Lo que no creo que pueda ser motivo de disputa es la actitud personal de esos médicos, que en muchos lugares del mundo, y en el caso de Brasil es especialmente ejemplar, curaban a los enfermos que los médicos brasileños ni siquiera miraban”, expresó.

“En el plano político, aquí sigue habiendo un sistema de partido único, pero Cuba ha cambiado muchísimo en estos años”, opinó más adelante.

En tono más crítico, dijo luego: “Mi país tiene una excelente oportunidad en este momento de introducir cambios profundos en su infraestructura económica para volverla más funcional, productiva y eficiente”.

“Creo que éste es el momento de hacerlo. Aquí hay una situación de dualidad monetaria que también debería resolverse, ahora que no hay turismo: el gobierno debería decidirse a sacarnos de esta desgracia económica en la que estamos inmersos hace más de veinte años”, agregó.

Días antes, el creador del popular personaje Mario Conde, declaraba en una entrevista a la agencia de noticias AFP, que Cuba debe lidiar con un arcaico problema de 60 años y es el de la comida.

“En Cuba hay un problema que ha sido el que más nos ha afectado durante este período de confinamiento, que es un problema que tiene 60 años y que no ha hecho más que hacerse muy evidente en estos momentos: comida”, dijo, antes de defender el papel de los galenos cubanos en la situación epidémica global.

Recientemente, Javier Nart, eurodiputado y representante del grupo político Renew Europe, advirtió a autoridades españolas y europeas del problema ético que representaba contratar médicos cubanos por estar “en situación de servidumbre”.

“Realmente, [los médicos cubanos] son muy útiles, y la verdad es que hacen un gran trabajo. Pero a mí no me preocupa el gran trabajo, sino las personas. Y, en este caso, también le diría que los negros de los ingenios azucareros en Cuba hacían un gran trabajo, pero eran esclavos. Por lo tanto, el problema no es ese gran trabajo, sino las condiciones en las que se trabaja”, argumentó.

Nart subrayó que el régimen de La Habana confiscaba a los médicos entre el 75 y el 90% de sus ingresos, al tiempo que hizo énfasis en la ignorancia de la comunidad internacional respecto de los modos en que funcionan las misiones cubanas.

“Esto confronta todas las normas de la Organización Internacional del Trabajo. Y en ningún país democrático se admitiría que el Estado se quedara con ese porcentaje del trabajo de una persona”, dijo, refiriéndose a la gran parte de las ganancias de las cuales se apropia el gobierno de la Isla dirigido hoy por Miguel Díaz-Canel y Raúl Castro.

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Maykel González

Periodista de Cibercuba. Graduado de Periodismo por la Universidad de La Habana (2012). Cofundador de la revista independiente El Estornudo.


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