Alicia, una de las terapeutas que atendió al niño con autismo que murió ahogado en un canal de Miami, no entiende cómo la madre pudo asesinarlo.
“No lo creemos, es algo que no se cree... Ella estudiaba psicología... Él la escuchaba, la entendía, la respetaba", comenta.
Según explicó la joven a Univision, Patricia Ripley lo llevaba cada día a recibir terapias y nunca se quedaba con él.
“Ella trataba de mantener a Alejandro todo el tiempo en terapias o bajo cuidados de un asistente de salud", dice, y aclara que no permitía que los especialistas llevaran al pequeño de vuelta a casa antes del tiempo establecido para cada sesión.
El pequeño Alejandro, de 9 años, asistía en las mañanas a un centro especializado en el que recibía 3 horas de terapia y luego en la tarde iba a otro durante 4 horas más.
“A veces él estaba incómodo, o las horas eran muchas para él”, dijo Alicia quien iniste en que Patricia era firme en ese sentido.
Esta semana Lizzy Montero, otra de las terapeutas del pequeño, confesó sentirse muy afectada por el caso.
"Esto ha sido tan duro, que no hay explicación para algo así. Era un angelito, un angelito de nueve años", comentó.
Un video captado por una cámara de seguridad muestra a Ripley, de 45 años, lanzando al niño a un canal. En ese primer intento vecinos de le zona salvaron al pequeño, quien presuntamente había caído accidentalmente.
Ese mismo día la mujer volvió a empujar a Alejandro a otra canal en el área de Kendall. Luego llamó a la Policía y dijo que al niño lo habían raptado.
Después de que el cadáver del pequeño fuera hallado en el canal, la policía detuvo a Ripley como principal sospechosa. La mujer modificó su primera declaración y reconció que lo había tirado. Actualmente se encuentra detenida sin derecho a fianza en el Centro Correccional Turner Guilford Knight de Miami y enfrenta cargos por asesinato en primer grado e intento de asesinato premeditado.
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