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El invento de un chofer cubano para mantener el distanciamiento social en su guagua Yutong

"Cuando uno maneja, no puede tener certeza si cumplen con la necesaria medida por el bien de todos y de esta forma sí se logra", dijo el chofer.

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Este artículo es de hace 3 años

Como es y será necesario que por un tiempo más las personas mantengan el distanciamiento social para evitar la propagación del coronavirus, un chofer cubano tuvo su propia iniciativa en su guagua Yutong.

Leonardo Sánchez Blaco, quien trabaja como chofer de la Yutong 3720 de la empresa Transtur, "siempre está inventando algo por el bien de las demás personas y ahora no se quedó atrás en la prevención del Nuevo Coronavirus", relató en redes sociales su compañero José Guillermo Díaz Pollán.

"Al pensar que en los buses de 44 asientos no pueden montar más de 22 pasajeros, para lograr el distanciamiento y con ello evitar el contagio con la pandemia, a Leo se le ocurrió quitarle los cojines cercanos al pasillo de su carro", sostuvo.

Como puede verse en las imágenes compartidas, en lo adelante en su guagua los pasajeros no tendrán al lado ningún acompañante, en aras de evitar contacto.

Por su parte,Leonardo dijo: "Cuando uno maneja, no puede tener certeza si cumplen con la necesaria medida por el bien de todos y de esta forma sí se logra".

"Si no hay conciencia, de una forma u otra tenemos que hacer cumplir las medidas sanitarias", agregó.

Según Díaz Pollán, la innovación de Leonardo Sánchez es muy importante y por demás oportuna, "ya que en ocasiones nuestros clientes no tienen percepción del riesgo que representa contraer la COVID - 19".

El transporte público es uno de los sitios más peligrosos en medio de la pandemia que ya ha dejado 6.274.430 contagiados y 375.711 muertos hasta la fecha.

Ante esta situación en Cuba a los trabajadores de transporte público los pusieron a realizar las labores de higienización de los ómnibus, aunque sin guantes de limpieza, sin mascarilla y sin ningún otro tipo de protección contra el coronavirus.

Otro chofer de guagua en La Habana tomó conciencia del peligro de las aglomeraciones y trató de combatir, desde su espacio, la propagación de la enfermedad. En cada parada, el chofer le pedía a las personas de favor que abrieran las ventanillas, trataran de hablar lo menos posible y que si querían se podían echar cloro que él tenía un pomo para ofrecerles.

Con el objetivo de frenar el avance el virus en el país, en el mes de abril quedó suspendido el transporte público como ómnibus, ruteros, coches, bicitaxis, ferrocarriles y otras modalidades de transporte de pasajeros estatales y privadas.

En lo adelante solo se mantuvo el transporte destinado a los trabajadores de actividades priorizadas, productivas, de servicios y otras necesarias.

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