Un oficial de la Policía intentaba consolar a Simone Bartee, una pequeña de 5 años que participaba con su familia en las protestas contra el racismo y la violencia policial en Houston, Texas, y la pequeña le preguntó: “¿Nos dispararán?”.
Bartee estaba afligida durante la marcha, quizás por cansancio, o por temor ante el episodio que estaba presenciando. Un oficial con un chaleco antibalas se arrodilló junto a ella, se levantó el casco para que le pudiera ver el rostro y conversar.
La pregunta de la niña fue directa y sin preámbulos: “¿Nos dispararán?”. El policía no dudó en responder:
“Estamos aquí para protegerte. No estamos aquí para lastimarte en absoluto, está bien. Puedes protestar. Puedes festejar. Puedes hacer lo que quieras. Simplemente no rompas nada”.
La preocupación de Simone, una niña negra en Estados Unidos no era infundada. La protesta en la que participaba junto a sus padres, es una de tantas que se han producido tras la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd durante una detención policial.
El pasado 26 de mayo, en Minneapolis, Floyd fue detenido y un policía lo inmovilizó colocando una rodilla en su cuello durante varios minutos. Las imágenes fueron grabadas, se volvieron virales y desataron las protestas en varias ciudades estadounidenses.
El encuentro y la breve charla entre la niña negra y el policía blanco durante una de estas protestas, específicamente en Texas, el pasado martes, también quedó grabado en un vídeo que se ha compartido entre miles de usuarios en las redes sociales.
El vídeo ha sido recibido con cariño y admiración, pero usuarios en la red social Twitter, que algunos nombran "haters", aseguran que esto es solo un raro caso de un policía siendo amable y humano.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (1)Archivado en: