El reciente derrumbe de un edificio en el municipio de La Habana Vieja obligó a que las familias residentes tuvieran que ser evacuadas este sábado.
Además de la pandemia de coronavirus, La Habana ha sido afectada en los últimos días por copiosas lluvias, lo que puede haber incidido en el desplome del inmueble ubicado en las calles Luz y Habana, que se encontraba en pésimas condiciones constructivas desde hacía años, según una nota de ADN Cuba.
Un video compartido en YouTube muestra la presencia de los bomberos y agentes policiales en la zona afectada. Según el reporte del medio digital, hasta el momento no se han reportado heridos.
Historias como esta se hacen ya bastante usuales en la ciudad. Hace unas horas, una usuaria en Facebook denunció las condiciones en que ella y sus vecinos convivían en La Habana Vieja, en otra edificación en riesgo de derrumbe.
La respuesta que dio el gobierno cubano ante las quejas de los residentes fue que estos debían ocuparse de repararlo por sus propios medios, si querían salir de la situación en que se encontraban, a pesar de que los materiales de construcción no abundan hoy en los establecimientos del Estado y prácticamente solo pueden adquirirse en el mercado negro a precios exorbitantes para el bolsillo del cubano común.
“El gobierno pretende que nosotros lo reparemos por nuestros propios esfuerzos. En cualquier momento este edificio se cae y no hacen nada”, lamentó en la red social Elizabeth Valdés, que acompañó sus palabras con un video donde muestra el aspecto de la construcción.
A partir de este se puede apreciar que el inmueble, ubicado en la calle Damas número 905, entre Paula y San Isidro, presenta paredes completamente rajadas, vigas sueltas, escaleras a punto de colapsar y techos semiderruidos.
Valdés agregó que en uno de los apartamentos vive un anciano de 80 años, quien cobra 300 pesos al mes y no puede hacerse cargo de los gastos constructivos de su casa. “No estamos hablando de un solo apartamento, estamos hablando de un edificio que no podemos reparar los ciudadanos cubanos de a pie”, sostuvo.
“Ya a nosotros no nos importa la pandemia, ya nosotros a lo que menos tememos es al virus que está en la calle, a nosotros nos preocupa la situación de este edificio que puede sepultar a varias familias y a nadie le importa nada”, expresó.
Por otro lado, se refirió a otras desgastantes luchas que deben emprender los cubanos día a día, más allá de la situación de la vivienda, como la “la falta de comida, la falta de aseo, la falta de todo”. “Y encima vivir con el miedo a que te caiga todo esto arriba y te deje muerta”, expuso, y comentó que los funcionarios responsables han hecho caso omiso a los constantes reclamos.
En La Habana, de acuerdo con datos oficiales, se han registrado unos 3.856 derrumbes parciales o totales de edificios entre 2000 y 2013, sin incluir 2010 y 2011 cuando no se guardaron registros.
La semana pasada, un edificio en la esquina de las calles Galiano y San Lázaro, en el municipio Centro Habana, sufrió la caída de varios elementos de la fachada (paredes y ventanales), dejando al descubierto partes tanto del primero como del segundo piso, que ya no tendrían protección.
Un derrumbe que conmocionó a todo el país ocurrió a comienzos de este año, cuando tres niñas murieron tras un desplome en las calles Revillagigedo y Vives, en el barrio de Jesús María, también en La Habana Vieja, un municipio que paradójicamente acoge a algunos de los hoteles más lujosos de Cuba para el turismo internacional.
Un balcón cayó entonces sobre las tres estudiantes de sexto grado, que volvían a sus casas tras salir de la escuela primaria "Quintín Banderas". Personas del barrio responsabilizaron a la brigada encargada de la demolición del edificio de donde colgaba el balcón antes de derrumbarse. Los consternados vecinos opinaron que las autoridades locales no actuaron con la celeridad que exigía el deterioro del inmueble causante de la desgracia.
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