El opositor y prisionero político cubano, Walfrido Rodríguez Piloto -condenado a ocho meses de cárcel- denunció desde prisión que el régimen se niega a ofrecerle atención médica.
“Esto es un campo de concentración; aquí llevo seis días con cólicos nefríticos y sin ningún tipo de atención médica. Entre los mosquitos, la chincha y el hambre lo van a matar a uno aquí”, aseguró el opositor en declaraciones telefónicas a Cubanet.
De igual manera se refirió a la escasa y mala alimentación que tienen los presos; y añadió que estaba siendo “asediado por oficiales y reos que hacen ‘el trabajo sucio’ a las autoridades a cambio de prebendas”.
“¡Ayúdenme, señores, ayúdenme, pidan la libertad de Walfrido Rodríguez Piloto que ha hecho tanto por todos!”, suplicó Marly Rodríguez Piloto, hermana del preso político.
Marly dice que su hermano se va a morir, y precisa que lo vio muy deteriorado en la última visita que le hizo al campamento penitenciario El Arco del Chico, en el municipio La Lisa, donde está preso el opositor.
La hermana de Walfrido Rodríguez pide que los opositores y ciudadanos cubanos en general “unan sus voces para que pidan por la libertad de todos los presos políticos”.
Walfrido Rodríguez fue sancionado en abril de 2020 a ocho meses de cárcel después de que la policía le ocupara 30 paquetes de coditos que había comprado para él y para su familia, en medio de la creciente crisis de desabastecimiento de alimentos en la isla, agudizada en el contexto del coronavirus.
Aunque Piloto explicó que los coditos no eran para vender sino para alimentarse él y el resto de su familia, el Tribunal Municipal de Marianao le aplicó el 22 de abril una sanción de ocho meses de prisión por "acaparamiento".
La hermana del opositor denunció entonces que el proceso judicial fue un ajuste de cuentas del Gobierno por el activismo político previo de Walfrido Rodríguez. Alegó, además, que no la dejaron entrar a la vista oral del juicio y que luego las autoridades penales no le informaron del veredicto, pese a que sabían que ella estaba en las afueras del tribunal para saber cómo quedaba el caso de su hermano.
En 2011, Walfrido Rodríguez fue sancionado a cinco años de privación de libertad por lanzar proclamas en la Plaza de la Revolución en contra del régimen cubano.
Ha protagonizado, además, protestas públicas frente al Capitolio de la Habana, el Ministerio de Justicia de Cuba, la Fiscalía General de la República y la Prisión Combinado del Este, entre otras.
Una de sus protestas más recientes fue en junio de 2019 cuando, al grito de "¡Abajo Díaz-Canel!", "¡Abajo el esqueleto de Fidel Castro, causante de 60 años de tiranía!" salió a la calle para denunciar una detención arbitraria en su contra.
En mayo de este año, Cuban Prisoners Defenders (CPD), organización defensora de los Derechos Humanos en la isla, lo incluyó en un grupo de ocho nuevos casos de "convictos de conciencia" en cárceles cubanas.
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