El sacerdote cubano Sergio Carrillo Abreu, veterano de la Brigada 2506 que participó en la invasión de Bahía de Cochinos, falleció la noche de este jueves en el asilo Saint Anne de Miami, a los 85 años.
La figura de Carrillo, que tenía el número de soldado 2873, y participó como paracaidista en el primer batallón de los sucesos de abril de 1961, desmiente el mito de que en la invasión iban sólo batistianos, hijos de terratenientes y hombres blancos. Como Carrillo, que en ese entonces tenía sólo 26 años, fueron muchos los soldados negros que se unieron a la expedición armada para derrocar al régimen de Fidel Castro.
Tras los sucesos de Bahía de Cochinos, fueron encarcelados y denunciaron el racismo con el que eran tratados por sus carceleros.
Carrillo nació el 9 de septiembre de 1934, en La Habana, y estudió en la escuela pública "José Martí", situada en las calles Zanja y Escobar, en Centro Habana. Desde su más temprana infancia participó en diversas actividades religiosas de la Parroquia de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre.
Su primer trabajo fue como conserje y cocinero en el Colegio Sepúlveda en La Habana. Años después, en la Iglesia del Cristo en La Habana conoció a Manuel Artime y otros jóvenes de Acción Católica, que acabaron sumándose a las fuerzas revolucionarias que derrocaron a Batista. Tras el triunfo de la Revolución de 1959, fue parte de los llamados "comandos rurales", encargados de evangelizar y catequizar al campesinado cubano en Oriente.
Decepcionado, como tantos otros, con el curso de aquella revolución que se prometía "verde como las palmas" y acabó en la órbita soviética, Carrillo decidió exiliarse en 1960. Ese mismo año se integró en la recién formada Brigada 2506 y viajó a Guatemala para entrenarse como paracaidistas.
Fue cabo de escuadra dentro de Batallón 2506 y desembarcó en Bahía de Cochinos el 17 de abril de 1961. Combatió los tres días de batalla con un mortero, hasta que fue hecho prisionero.
Estuvo dos años en prisión en la isla, y denunció en varias ocasiones el trato racista que sufrieron los brigadistas negros en las cárceles cubanas. Regresó a Miami el 24 de diciembre de 1962 junto con sus compañeros de la Brigada.
Su vocación sacerdotal, lo llevó a iniciar estudios para sacerdote en el Long Beach College en California. Luego prosiguió en la Universidad Internacional de la Florida y entró al Seminario en Kentucky, donde estuvo dos años. Después, prosiguió estudios religiosos en el Seminario Regional San Vicente de Paul en Boynton Beach, y en el Seminario Nacional Cristo Sacerdote en La Ceja, Antioquia, Colombia.
El 17 de abril de 1982, en el aniversario 21 del desembarco en Bahía de Cochinos, fue ordenado sacerdote para la Arquidiócesis de Miami, Florida, en la Iglesia San Juan Apóstol, de Hialeah.
De 1996 al 2001 fue el Guía Espiritual del Movimiento Nueva Vida y Director Asociado del Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre en Miami. Sirvió también en las parroquias de la Iglesia San Hugo en Coconut Grove, San Juan Apóstol (donde fue ordenado) en Hialeah, San Juan Bosco en Miami y Corpus Cristi en Allapatah.
Trabajó como misionario en zonas rurales de Colombia, donde creó el Campo Escuela para boys scouts de San Jorge, en Antioquia.
Nunca volvió a visitar la isla que lo había visto nacer, y por la que había combatido con las armas en la mano.
"Era un caballero, un verdadero sacerdote y un gran patriota cubano. Padre, tu lucha por la democracia en Cuba nunca será olvidada", ha escrito su amigo Victor Triay, que lo entrevistó para su libro sobre la Brigada 2506, en su cuenta de Facebook.
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