La Junta de Supervisores de San Francisco, en California, aprobó una resolución que solicita la colaboración médica y científica con Cuba en la lucha contra el coronavirus.
Este 21 de julio, la Junta de Supervisores de la Ciudad y Condado de San Francisco adoptó una resolución que pide de forma oficial a las autoridades de Estados Unidos facilitar la entrada a ese país del interferón producido en Cuba por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).
José Ramón Cabañas, embajador de Cuba en Estados Unidos, compartió con auténtico entusiasmo la noticia en sus redes sociales, aunque en la práctica tal resolución va blindada de antemano por las leyes norteamericanas.
Sería la tercera ciudad del estado de California, junto a Richmond y Berkeley, en apoyar formalmente la cooperación científica bilateral con Cuba para enfrentar el coronavirus.
La resolución, que fue introducida por la supervisora, Hillary Ronen, y copatrocinada por Aron Peskin y Shamann Walton, también insta al Congreso de los EE.UU. a levantar las sanciones económicas y de viaje.
Cabañas ha indicado que con esta nueva resolución ya son 14 las ciudades estadounidenses que han emitido pronunciamientos e instrumentos legislativos similares en los últimos años en favor de una mejora de las relaciones con Cuba.
A mediados de julio, el bloguero oficialista Iroel Sánchez llegó a sugerir a las autoridades de Miami, en Florida, que reciban al Contingente Henry Reeve de médicos cubanos para tratar a pacientes con COVID-19.
Sánchez, autor del blog de propaganda política La pupila insomne, pidió a los cubanos que viven en Miami que exigieran la llegada de una misión médica de la Isla ante el aumento de casos de coronovarirus, que en las últimas semanas ha registrado cifras récords.
En ese caso, usuarios en Twitter reaccionaron con estupor y burlas al comentario del bloguero, cuestionándole si el Gobierno cubano pagaría a los médicos un salario justo.
En Estados Unidos residen cientos de médicos de la Isla que abandonaron misiones en otros países por las condiciones en las que el régimen les obliga a trabajar.
El Gobierno de Estados Unidos mantiene desde hace tiempo la acusación de que el gobierno cubano somete a trabajo forzoso a los médicos de sus misiones en el extranjero, afirmación fundamentada en las sucesivas denuncias de un creciente número de profesionales sanitarios cubanos en los últimos años.
El Informe anual del Departamento de Estado sobre la Trata de Personas de este año mantuvo a Cuba en el nivel 3, por el incumplimiento de los estándares mínimos contra el trabajo forzoso.
El Gobierno cubano ha aprovechado la crisis del coronavirus para exportar a sus médicos a más de una veintena de países.
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