Al menos 18 personas murieron y más de 150 resultaron heridas luego de que una aeronave Boeing 737 de Air India Express que hacía un vuelo de evacuación del coronavirus se precipitara por una pendiente bajo una intensa lluvia en la ciudad sureña de Kozhikode, en India.
Hardeep Singh Puri, el ministro de aviación civil de ese país, confirmó que entre las víctimas mortales del accidente están los dos pilotos de la aeronave, la cual sucumbió el viernes al deslizarse por una pista de aterrizaje en la cima de una colina.
El capitán Deepak Sathe, el piloto al mando, y su copiloto Akhilesh Kumar están entre los fallecidos. Sathe, de 59 años, era un ex comandante de ala de la Fuerza Aérea India (IAF) y había servido en el establecimiento de pruebas de vuelo de la fuerza, explicaron las autoridades.
Los cuatro miembros de la tripulación de cabina están a salvo, informó por su parte la aerolínea Air India Express en un comunicado.
Abdul Karim, un alto oficial de policía del estado de Kerala, señaló que al menos 15 de los heridos se encuentran en estado crítico, y que en la nave viajaban 190 personas contando a pasajeros y tripulación, entre los cuales había 10 bebés.
Las imágenes de televisión mostraron que la nariz del avión se estrelló contra una pared de ladrillos que destruyó parte del mismo.
Todos los pasajeros han sido rescatados en las operaciones, que tuvieron lugar en medio de fuertes lluvias, y los heridos están siendo atendidos en varios hospitales de Malappuram y Kozhikode.
De acuerdo con Puri dos equipos de investigación de Nueva Delhi trabajan desde este sábado para determinar las causas del accidente y ya lograron recuperar la grabadora de datos de vuelo y la grabadora de voz de la cabina de vuelo.
Un pasajero identificado como Renjith Panangad, de 34 años, contó que el avión tocó el suelo y luego todo quedó "en blanco".
"Después del accidente, la puerta de emergencia se abrió y me arrastré de alguna manera. La parte delantera del avión había desaparecido, había desaparecido por completo. No sé cómo lo hice, pero estoy agradecido. Todavía estoy conmocionado", relató a la agencia de noticias AFP.
El vuelo de Air India Express de Dubai a Kozhikode, conocido como Calicut, repatriaba a indios que quedaron varados en otros países por la pandemia de coronavirus, dijo el Ministerio de Aviación Civil en un comunicado.
A la hora del aterrizaje "la visibilidad era de 2.000 metros y se informaron lluvias. La aeronave iba a toda velocidad mientras aterrizaba y sobrepasaba la pista 10. Continuó corriendo hasta el final de la pista y se cayó en el valle y se rompió en dos pedazos", relató por su parte el regulador de aviación civil DGCA.
Afirmó, asimismo, que los pilotos de Air India Express intentaron dos aterrizajes en la pista, pero abortaron debido al viento de cola. Finalmente lograron aterrizar pero el avión resbaló y siguió de largo.
La pista de Kozhikode tiene 2850 metros de largo y se encuentra en una colina plana con profundos desfiladeros a cada lado, que terminan en una caída de 34 metros. La nave cayó a un valle 10 metros abajo, tras lo cual el fuselaje del avión se dividió en dos.
"El incidente ocurrió debido a las fuertes lluvias y la poca visibilidad. Esto es realmente devastador", dijo Amitabh Kant, quien encabeza la comisión de planificación del gobierno, al canal de noticias NDTV.
Este accidente es el peor de un avión de pasajeros en el país desde 2010, cuando un vuelo de Air India Express procedente de Dubai se salió de la pista y se deslizó por una colina mientras aterrizaba en la ciudad de Mangalore, en el sur de India, dejando saldo de 158 fallecidos.
Una tragedia similar se había evitado en el mismo aeropuerto de Kozhikode hace un año cuando un vuelo de la misma aerolínea sufrió un golpe con la cola al aterrizar, pero ninguno de los 180 pasajeros de ese vuelo resultó herido.
Harro Ranter, director ejecutivo de la base de datos en línea de la Red de Seguridad Aérea, comentó que el área de seguridad del extremo de la pista cumple con los requisitos de aviación civil internacional de las Naciones Unidas, pero la agencia de la ONU ha recomendado ampliar la zona de amortiguación para que sea 150 metros más larga que la que existe actualmente.
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