La prensa oficialista cubana sigue dando noticias sobre la lucha contra los llamados "coleros", convertidos por la propaganda oficial en el nuevo "enemigo del pueblo".
En medio de una grave crisis económica, agravada por la epidemia del COVID-19, la cruzada gubernamental contra quienes acaparan y revenden productos básicos de las tiendas estatales, culpándolos de la escasez generalizada en el país, ya tiene nuevos ejemplos que mostrar en el noticiero estatal.
Sólo en la provincia de Pinar del Río se han advertido hasta el momento a 79 personas y se realizaron "acciones profilácticas" con 74. Otras 22 se apercibieron, se multó a tres y se han procesado 21, según informó la prensa local.
Asimismo, se iniciaron en esa provincia nueve expedientes de interés policial vinculados a este fenómeno de indisciplina social.
Hasta el momento, la provincia occidental acumula 69 casos confirmados a la COVID-19, mientras se realizan acciones para disminuir las incidencias en los puntos de venta y mantener el estricto cumplimiento de las medidas sanitarias, aseguraron las autoridades.
Los "coleros" pinareños vienen a sumarse a los más de mil detenidos en La Habana desde julio pasado y a la treintena de arrestados reportados en Las Tunas en un solo fin de semana y otros tantos en municipios de Mayabeque. Varios reportajes de la televisión oficial hablaban en julio de 1285 personas detenidas por esta causa.
Si bien los "coleros" y revendedores existen desde hace décadas, la actual coyuntura los ha multiplicado y situado en el punto de mira del gobierno y una parte de la sociedad.
"Muchas cubanos apoyan incondicionalmente la campaña del gobierno, que en una operación sin precedentes ha sacado a la calle a un ejército de 22.081 personas divididas en 3.054 grupos para combatir a "coleros, revendedores y acaparadores", a quienes se sancionará con multas e incluso procesos judiciales.
Esos grupos están formados por agentes de la Policía, militares del Ejército, miembros de la Central de Trabajadores de Cuba, los Comités de Defensa de la Revolución y la Federación de Mujeres Cubanas.
El propio mandatario cubano Miguel Díaz-Canel, señaló el mes pasado a quienes comercian con productos básicos como "parásitos", los acusó de enriquecerse a costa de los demás promoviendo la "indisciplina social, vulgaridad y chabacanería" y aseguró que erradicarlos es una demanda de la población.
"Actuaremos con firmeza porque la calle en Cuba es para los revolucionarios y para el pueblo trabajador", sentenció el gobernante.
Aunque la medida parece haber conseguido el apoyo en la calle, en las redes sociales también hay muchos que consideran que demonizar a un grupo divide a la sociedad y que el contingente de más de 22.000 personas dedicadas a combatir a los coleros podría dedicarse a tareas más útiles como la producción de alimentos o la atención a población vulnerable.
La prensa oficial también ignora el problema de fondo detrás de las interminables colas y los "coleros": el desabastecimiento de productos de primera necesidad, que el Estado cubano ya no puede cubrir.
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