APP GRATIS

Activista Anamely Ramos denuncia intimidación de la Seguridad del Estado: “A las mafias se les teme pero no se les respeta”

“Necesitan escudarse en el miedo de otros, en lo que tienen que perder otros, para llevar a cabo su ‘trabajo’, sucio, muy sucio”, dijo la opositora.

Anamely Ramos González © Anamely Ramos González/ Facebook
Anamely Ramos González Foto © Anamely Ramos González/ Facebook

Este artículo es de hace 3 años

La activista cubana Anamely Ramos González denunció en sus redes sociales que debido a amenazas de la Seguridad del Estado al propietario de la vivienda donde se alquilaba, tuvo que abandonar el domicilio precipitadamente el domingo por la noche.

Según la publicación en su muro de Facebook, la joven y un amigo con el que estaba residiendo, tuvieron que pasar toda una noche y la madrugada recogiendo sus cosas porque “la que se autoproclama la quinta policía del mundo, dedica tiempo a ver quién visita a quién y luego hace sus ‘visitas’ también, para intimidar y amenazar”.

“¡Qué asco de policía!”, afirmó.

“Necesitan escudarse en el miedo de otros, en lo que tienen que perder otros, para llevar a cabo su ‘trabajo’, sucio, muy sucio”, añadió.

Relató Ramos González que para mover parte de sus pertenencias llamó a un amigo para que la llevara en su auto. Al regresar, una patrulla los detuvo y le pidió a él los documentos, mientras otros dos autos de la policía se detuvieron frente a ellos, a menos de una cuadra.

Los agentes se bajaron “en plan amenazante”, a lo cual la joven salió de su carro con el celular en la mano y preguntó si pasaba algo. Al ver esa actitud, los dejaron continuar su camino.

“Los números de las patrullas eran: 825, 302, 249”, detalló la opositora.

“Al otro día, al abandonar la casa, también tenía una patrulla a unos metros de la puerta, esta vez con el número 545”, precisó.

Anamely Ramos González, natural de Camagüey, es curadora y ejercía como profesora en el Instituto Superior de Arte (ISA), antes de ser expulsada el pasado año. Pese al acoso policial que sufre por sus ideas políticas, quiso enviar un mensaje a la Seguridad del Estado en el que exigió que no se metieran con sus amigos ni con su familia.

“Vengan directamente a mí, pero cuando lo hagan, vengan con todo, quizás con esas armas largas que portan los boinas negras que ahora andan en jeeps por algunas partes de La Habana. Gestionando una pandemia, dicen, porque hace mucho rato que decidieron gestionar absolutamente todo en este país como si se tratara de una guerra”, expresó.

“No pierdan su tiempo pensando cómo intimidarme o dañarme, con acciones de baja calaña ética. Ni foticos, ni chismes, ni patrullas con policías que bajan la cabeza avergonzados porque ni entienden las órdenes que les dan”, agregó.

La joven subrayó que por sus ideas políticas la expulsaron del ISA, y que ahora están angustiando a sus seres queridos.

“Ah, pero tengan en cuenta que cada acción inmunda que realicen la voy a denunciar, para que todos sepan la mafia que son. Una mafia sin Marlon Brandon, como dice mi mejor amigo”, dijo.

“¡A las mafias se les teme pero no se les respeta! Si quieren respeto dejen de actuar cobardemente”, sentenció.

La activista explicó que no pudo fotografiar a las patrullas que la acosaron la noche de la mudada. No obstante, publicó la imagen del auto de un teniente coronel identificado como Camilo, el cual se puede reconocer porque tiene un muñequito rosado en el parabrisas.

“Si alguna vez se tropiezan con ese carro, sepan que no es un amable señor sino un represor, de esos que ordenan que mujeres solas sean vigiladas e intimidadas en medio de la noche, de esos que trabajan con los dolores y los miedos de otros seres humanos”, concluyó.

Lo que le hicieron a Anamely Ramos González es una práctica habitual de los agentes del régimen castrista. En julio pasado lo vivió también la periodista independiente Camila Acosta, quien fue desalojada de la casa donde se alquilaba por presiones de la Seguridad del Estado hacia sus dueños.

Acosta denunció entonces que era la segunda vez en menos de un mes y la quinta en el año que se quedaba en la calle. A finales de febrero, la joven tuvo que irse del domicilio donde vivía desde hace casi tres años, después de que la policía política multara a los dueños con 3 000 CUC y los amenazara con perder la vivienda si no la botaban a ella.

¿Qué opinas?

VER COMENTARIOS (3)

Archivado en:


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689


Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada