Los vecinos de Bayamo tendrán que esperar más de un mes para comenzar a recibir agua potable sin los actuales niveles de turbidez, aseguraron expertos de la empresa estatal encargada de los servicios hidráulicos en Granma.
Tras el paso de la tormenta tropical Laura, los embalses de la provincia recibieron elevados volúmenes de precipitaciones, lo que provocó que los escurrimientos arrastraran sedimentos que quedan en suspensión y deben asentarse de manera natural.
La situación no es favorable en ese municipio del oriente cubano si se tiene en cuenta que la planta potabilizadora solo está distribuyendo 180 Litros por segundo debido al grado de deterioro de la instalación, señalaron los funcionarios cubanos.
Si se tiene en cuenta que las constantes precipitaciones de esta etapa no permiten que el agua se asiente,más de un mes puede pasar para que el líquido vital llegue de manera cristalina a los consumidores de la red de acueducto de Bayamo.
"No es un proceso corto y mucho menos si llueve", explicó el funcionario ante las cámaras de la televisión de Granma.
Bayamo tiene una población de unos 238 mil habitantes, según datos oficiales. Desde el paso de Laura se notificó la mala calidad del agua potable en ese municipio, unido a algunos cortes en el servicio anunciados por la Delegación de Recursos Hidráulicos debido a roturas en los equipos encargados de distribuir el líquido.
En medio de la crisis del coronavirus, más de 19 mil personas en Granma se han visto afectadas con el abastecimiento de agua potable, debido a la etapa de sequía.
Más de 19 000 habitantes de la provincia de Granma sufren afectaciones con el abastecimiento de agua debido a la sequía que azota al territorio en medio de la crisis por el coronavirus. 34 comunidades de la provincia han tenido que recibir el servicio a través de pipas y acopiarla en sus casas ante la incertidumbre de cuándo llegará el próximo envío, aseguró la prensa estatal.
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