La Habana reanudó este sábado el servicio de transporte público, luego de un mes suspendido por un rebrote del nuevo coronavirus que tuvo los mayores impactos en la ciudad y conllevó a la adopción de medidas rigurosas en torno a la movilidad de las personas.
La decisión había sido adelantada en el espacio televisivo Mesa Redonda por el gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata, quien además comunicó que se levantaría el toque de queda en la ciudad a partir del 1 de octubre. Esta última limitación, se aplicaba en el horario comprendido de 7:00 p.m. a 5:00 a.m.
También se reanudaron otros servicios como los restaurantes, aunque con limitaciones. El reinicio del transporte público incluye las operaciones de lanchas en la Bahía de La Habana, con todos los pasajeros sentados y limitada la cantidad de viajeros de pie (hasta 30 en los autobuses articulados y 20 en los rígidos).
De manera excepcional, las lanchas no saldrán este sábado, por lo que se reforzará el transporte en la ruta de Casablanca, La Habana Vieja y Regla. Una vez se reinicie el servicio de lancha, solo podrán viajar 50 personas de pie.
Los ómnibus urbanos llevarán señalizaciones en su interior, para indicar a los pasajeros que viajen parados el distanciamiento que deben mantener entre sí, además de que los vehículos llevarán pegatinas tanto dentro como fuera de los vehículos advirtiendo la cifra de personas permitidas a bordo.
"No quiero ser pesimista, pero con la situación del transporte que hay en la Habana, ¿alguien piensa que se van a respetar estas marquitas amarillas?", opina un usuario en Twitter.
Carlos Alberto González González, subdirector de desarrollo de la Empresa Provincial de Transporte de La Habana, expuso previamente que la señalética no estaría lista en su totalidad el sábado, aunque esperan completarla en el “más breve tiempo posible”.
En las cabeceras de las rutas, se limitará el número de pasajeros de pie: hasta cinco en los ómnibus rígidos y 10 en los articulados, con el fin de “recoger ciudadanos en las próximas paradas, y a dos empleados con sus correspondientes pases”.
Según el funcionario, habrá Inspectores de Ayuda al Pasajero en las paradas de alta movilidad -que incluyen las cabeceras de rutas- y efectivos de la Policía para “apoyar las gestiones en las paradas de alta concentración”.
Por otra parte, el gobierno de La Habana eliminó la restricción de movimiento para autos, motos y medios de transportes particulares y se restableció la movilidad de personas y vehículos en cualquier horario.
Además, se retomaron las actividades comerciales y servicios estatales y privados al 50 por ciento de sus capacidades y el disfrute de las playas y piscinas, estas últimas al 30 por ciento de capacidad. Sin embargo, no se autorizó el funcionamiento de locales como bares, discotecas, ni fiestas públicas y privadas donde no se garantizan las medidas de distanciamiento físico.
“No se debe descuidar el cumplimiento de manera responsable de las medidas, ya que ello permitirá más adelante pasar a alguna de las etapas de recuperación de camino a la normalidad”, argumentó el presidente del Consejo de Defensa Provincial (CDP) de La Habana, Luis Antonio Torres Iribar.
Las autoridades insistieron en el uso obligatorio del nasobuco por el chofer y todos los pasajeros durante el viaje; en tanto se recomienda a los conductores y viajeros llevar hipoclorito de sodio o gel, para desinfectarse las manos al subir y bajar de los vehículos, y evitar conversaciones entre las personas.
El Ministerio de Salud Pública de Cuba informó este sábado que, durante las últimas 24 horas, se diagnosticaron 62 personas con el nuevo coronavirus, de las cuales, un total de 16 correspondieron a La Habana.
Con los casos adicionales detectados la víspera, el total de contagios en Cuba ascendió a 5 mil 780, desde que aparecieran en marzo los primeros infectados con el Sars-Cov-2, virus cuyo origen se identificó en la ciudad china de Wuhan.
La provincia de Sancti Spíritus registró el mayor número de contagios en la jornada, con 37, lo cual preocupa a las autoridades sanitarias de la isla. “En Sancti Spíritus se está trabajando duro, pero hay una transmisión que ha adquirido importancia”, dijo el doctor Francisco Durán García, jefe nacional de Epidemiología del MINSAP, en la habitual rueda de prensa desde la capital del país.
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