Mildred Madison, una mujer de 94 años, convenció a su hijo de la transportara a lo largo de casi 1.000 kilómetros en su auto para votar en la elecciones presidenciales de 2020. Madison se encontraba viviendo con su hijo temporalmente en Chicago, Illinois, pero está registrada como votante y como residente en Detroit, Michigan.
Michigan es uno de los estados conocidos como “pendulares”, lo que significa que la cantidad de personas que votan demócrata o republicano es muy pareja. Este estado constituye un auténtico campo de batalla, y es uno de los que mantiene, junto a otros como Florida y Ohio, la incógnita de las elecciones presidenciales de 2020.
En Michigan, por ejemplo, en 2016, prevaleció el candidato republicano Donald Trump por solo un estrecho margen del 0.3 %. Mientras que, en 2012, Barack Obama, el candidato demócrata, triunfó por una diferencia también muy cerrada del 3.5 % de los votos ciudadanos. Michigan se lleva una cantidad importante de votos electorales (16), lo que lo sitúa entre los estados de mayor peso dentro de la elección.
Haciéndose ecos de estos números y de la máxima de “cada voto cuenta”, Mildred se desplazó con insistencia a votar. Antes había pedido la boleta electoral por correo postal, pero nunca la recibió. “Al no llegar la boleta le dijo a su hijo que era mejor volver a Detroit para asegurar el voto”, comenta Fernando del Rincón para CNN. Lo anterior constituyó una sabia decisión, porque al regresar a Chicago, aún no tenía noticias de la boleta.
La insistencia en el voto es algo que preocupa a la polarizada sociedad norteamericana actualmente, y que tiene como único recurso político sistémico la votación.
Las elecciones de noviembre preocupan a una amplia gama de ciudadanos estadounidenses y del mundo. El acto de Mildred Madison, como mujer negra y anciana, constituye para muchos un símbolo de la importancia del ejercicio de votar.
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