Rusia alcanzó este miércoles un nuevo récord diario de muertes por coronavirus, al confirmar 317 nuevos fallecimientos en un día, lo cual eleva a 24.952 el total de personas que han perdido la vida por la pandemia, según reporte de la agencia Reuters.
En cuanto al número de nuevos contagios, el país alcanzó la cifra de 15.700 personas contagiadas. Sin embargo, a pesar de esta situación, las autoridades rusas no planean imponer más confinamientos como medidas para frenar la curva de contagios.
Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, afirmó que Rusia no requiere medidas estrictas de este tipo porque ahora está mejor preparada para responder a la pandemia. En ese sentido, destacó que la clave está en “las precauciones de seguridad, higiene y las medidas impuestas por las autoridades locales”.
Por su parte, el primer ministro, Mijail Mishustin, subrayó el martes que el país no tiene déficit de equipos de protección personal ni de test para detectar contagios de coronavirus, según recoge un cable de la agencia Europa Press.
"A día de hoy no hay escasez de equipos de protección personal y sistemas de prueba. Ya se han realizado más de 51 millones de test y continuamos realizando pruebas para identificar el virus lo antes posible y ayudar a los enfermos", afirmó Mishustin.
Con casi 1,5 millones de infectados, el país de alrededor de 145 millones de habitantes tiene el cuarto mayor número de casos del mundo después de Estados Unidos, India y Brasil. "El trabajo que se ha realizado ya ha dado resultados", manifestó el portavoz Peskov ante periodistas en una conferencia telefónica. "El sistema de salud está listo para soportar la presión causada por la pandemia".
No obstante, el organismo de control de salud de Rusia se encuentra investigando un suceso que fue denunciado por un medio local de la ciudad Rostov-on-Don. Según informaciones de Reuters, el medio digital 161.ru publicaba que en el hospital de la ciudad habían fallecido varias personas porque se les había acabado el suministro de oxígeno. La información, que negaba un funcionario de la ciudad, fue calificada de alarmante por el portavoz del Kremlin.
En línea con el espíritu optimista del ejecutivo ruso, el primer ministro Mishustin aseguró que Rusia ha aprendido las lecciones para luchar contra la pandemia y ha conseguido "una experiencia inestimable".
"El Gobierno es consciente de lo que se debe hacer en la economía, en la asistencia médica y en otras áreas clave. Existe la oportunidad de actuar de manera preventiva", señaló Mishustin, antes de subrayar que el sistema sanitario ruso "tiene un margen de seguridad suficiente para contrarrestar la propagación del coronavirus".
En las declaraciones del gobierno ruso, sin embargo, no se menciona el estado en el que se encuentra la vacuna Sputnik V, que los científicos del país están desarrollando. El pasado 3 de octubre, un lote de esta vacuna llegó a Venezuela con el objetivo de que 2.000 personas participen en la tercera fase de ensayo de la misma.
En un contexto en el que grandes laboratorios y empresas farmacéuticas están detectando casos de efectos adversos en sus fases de ensayo, que han obligado a la suspensión de los mismos, las autoridades rusas no se han pronunciado sobre el progreso de la vacuna que desarrollan. Salvo Putin, quien dijo que una hija suya la había probado con éxito hace más de un mes, la comunidad científica sigue con escepticismo la opacidad en la que transcurren las investigaciones del país eslavo.
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