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"La vida de mi hijo no puede valer cuatro años en un correccional: a él lo asesinaron"

Raquel Fundora es una madre cubana que en marzo perdió a su hijo, Andy Andreu, en un accidente de tránsito. Ella defiende que no fue casual que al joven lo atropellara uno de sus enemigos y quiere que se investigue como asesinato.


Este artículo es de hace 3 años

Raquel Fundora Fleites es una madre cubana que perdió a su hijo, Andy Andreu, el 18 de marzo pasado. El muchacho fue atropellado por un camión en la carretera de Camajuaní, en Santa Clara (Villa Clara) cuando conducía la moto de un conocido. Al chófer que lo arrolló lo condenaron a cuatro años en un correccional y a indemnizar a la familia de la víctima con mil pesos cubanos para cubrir los gastos del entierro.

"La vida de mi hijo no puede valer cuatro años de correccional: a él lo asesinaron", asegura Fundora en una entrevista concedida a CiberCuba, en la que explicó que no le parece casual que la Policía cubana no quisiera investigar al conductor que atropelló y mató a su hijo, pese a que entre ambos existían rencillas personales. Ella exige justicia.

La madre de Andy Andreu denuncia además irregularidades en la investigación de los hechos. Para empezar, le dijeron que la prueba de alcoholemia del chófer que se adjuntó al expediente del caso está fechada el 18 de marzo a las 11:59 am, pese a que el joven residente en la comunidad El Gigante, de la capital villaclareña, falleció a las 4:55 pm de ese día.

A eso hay que añadir, siempre según el testimonio de la madre, que el atestado del accidente se hizo 9 días después del supuesto accidente, cuando evidentemente no quedaban pruebas en la carretera.

También llama la atención de la familia que el único testigo de lo ocurrido haya cambiado por completo su declaración, después de haberle contado a la madre de la víctima los pormenores que luego negó en el juicio. Los rumores apuntan a que fue presuntamente sobornado con 5.000 pesos.

Y la madre añade a este rosario de presuntas irregularidades el hecho de que la Policía no le permitiera ni a ella ni a su abogado consultar el expediente judicial del caso.

El día que murió Andy Andreu

Andy Andreu se levantó temprano el 18 de marzo pasado y se fue con su motoneta a la casa de su mecánico, Wilbert Álvarez, alias, El Nene. Los dos habían estudiado juntos en la escuela. Estando ahí, la víctima tuvo que salir a buscar una pieza a la casa de su abuelo, que vive muy cerca y cogió la moto de El Nene.

Cuando iba de camino, el camión de Manuel Duvernal Martínez, de 60 años, trabajador de una empresa que abastece de materias primas a hoteles del país, lo atropelló. Al parecer, no señalizó un giro a la derecha y mató a Andy, que iba por el carril, en una carretera recta sin problemas de visibilidad.

Andy Andreu quedó atrapado bajo la rueda delantera derecha del camión Kamaz. Según su madre, el cuerpo estaba destrozado porque al parecer, Duvernal y El Nene lo intentaron sacar tirando por brazos y piernas y el joven falleció de una hemorragia interna.

"Lo reconocí yo porque soy su madre y sabía que ese era mi hijo. Pero el cuerpo estaba destrozado", dijo Raquel Fundora a CiberCuba.

Ella sospecha que no fue un accidente porque en cierta ocasión su hijo le había contado que había discutido fuertemente con un camionero que había volcado con su Kamaz en la carretera de Camajuaní y había derramado toda la pintura que llevaba.

Según le contó su hijo, el camionero iba borracho y desde ese momento, le tiraba el camión cada vez que lo veía.

Raquel Fundora supo que ese camionero era Manuel Duvernal Martínez, el conductor que atropelló y mató a su hijo, porque el día que fue a ver al instructor del caso, vio el camión Kamaz en la Unidad y se fijó que tenía toda la parte de atrás manchada de pintura derramada.

Ella se lo dijo al instructor del caso, pero el investigador no consideró necesario tener en cuenta la posibilidad de que no hubiera sido un accidente sino un asesinato premeditado. Tampocó investigó la enemistad que había entre ambos.

A día de hoy, Manuel Duvernal, un hombre muy influyente en la zona, conocido con el mote de 'Boca de Grampa', no hace vida de prisión. La madre de la víctima asegura que alguna noche lo llevan a ver a su mujer de 32 años.

Raquel Fundora sólo aspira a que se revise el caso y Duvernal sea condenado por asesinato con premeditación y no por un accidente de tránsito.

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Tania Costa

(La Habana, 1973) vive en España. Ha dirigido el periódico español El Faro de Melilla y FaroTV Melilla. Fue jefa de la edición murciana de 20 minutos y asesora de Comunicación de la Vicepresidencia del Gobierno de Murcia (España)


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