Este domingo 1 de noviembre, a la una de la madrugada, los cubanos deberán atrasar una hora sus relojes, con lo cual se termina el horario de verano y se restablece el horario normal.
Al llevar las manecillas hacia las 12 de la madrugada, los cubanos podrán descansar esa noche una hora más.
Con esta medida Cuba vuelve a coincidir con el resto de países situados en el hemisferio norte.
Sin embargo, la vuelta a la hora normal implica un aumento en la demanda de electricidad, debido a que oscurece más temprano y al haber menos claridad natural se hace más uso de la luz artificial.
Esa demanda se intensifica en el horario pico, entre las cinco de la tarde y las nueve de la noche, cuando en las casas se están cocinando los alimentos.
Como en años anteriores la Oficina Nacional para el Control al Uso Racional de la Energía (ONURE) llamó a fomentar el ahorro en hogares y centros de trabajo, encendiendo solo las luces y equipos necesarios y tratando de realizar las actividades de la casa fuera del horario pico.
También Estados Unidos regresa este fin de semana a su horario normal. Allí igualmente se deberá reajustar el reloj a la una de la mañana del domingo, a excepción de los residentes en Florida, que lo harán a partir de las dos de la madrugada de ese día.
En 2007 el presidente estadounidense George Bush hizo cambios al horario de verano que existía hasta ese momento, y a partir de entonces, se extiende desde el segundo domingo de marzo hasta el primer domingo de noviembre.
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