Denis Solís tuvo una infancia difícil, marcada por el abandono de su padre, de quien más nunca se supo en la familia, y de la muerte de su mamá por negligencia médica en un hospital de La Habana.
"Cuando él tenía 12 años, su mamá murió debido a una negligencia médica. Ella tenía cuatro meses de embarazo y en el hospital no la atendieron bien y se deshidrató. Murió 16 días después de estar en terapia intensiva", contó a CubaNet el tío de Denis, Vladimir Lázaro González.
Cuando su madre murió, Denis se fue a vivir con su tío a la Habana Vieja, que lo crió como su propio hijo y no ha dejado de alzar la voz pidiendo justicia para su sobrino desde el 9 de noviembre, cuando fue arrestado.
"En medio de todas esas vicisitudes y necesidades el creció", recuerda el tío.
No obstante, Denis estudió Enfermería, "se hizo un enfermero bueno" y trabajó en el Hospital Calixto García.
El rapero también estudió inglés y aprendió muy bien el idioma. tuvo que dejar la enfermería por necesidades económicas. Se compró un bicitaxi "con mucho sacrificio" y comenzó a darle a los pedales por toda la Habana Vieja para intentar salir adelante.
A Denis le quitaron su bicitaxi cuando la visita del expresidente Barack Obama a Cuba, que el gobierno decidió "limpiar" la Habana Vieja y retiró 200 bicitaxis, entre ellos el del artista, lo que lo condujo a su primera protesta pública.
En el Parque Fe del Valle, Denis se puso un saco que decía "El gobierno me quitó mi bicitaxi. Basta ya" y se amordazó la boca. La Policía lo detuvo y lo quisieron condenar a dos años en aquel momento.
A raíz de eso, Denis Solís no pudo conseguir nuevamente una licencia de cuentapropista y nunca le devolvieron su bicitaxi. El rapero comenzó a manifestarse desde entonces, saliendo a las calles con carteles que decían "Quiero mi licencia" o "Pueblo de Cuba decide tu futuro".
El rapero cubano se ha convertido en uno de los nombres más conocidos dentro y fuera de Cuba, desde que llamó "penco envuelto en uniforme" a un policía que se metió de manera ilegal en su casa a acosarlo e intimidarlo por sus ideas políticas, lo que le costó una condena de 8 meses de prisión en un juicio sumario y expedito el 11 de noviembre, el que se violaron los procesos judiciales.
La arbitrariedad en el arresto y condena de Denis fue la gota que colmó la copa de varios artistas, activistas y periodistas cubanos, que se volcaron a exigir su liberación y un proceso judicial justo, hartos de la represión a la que son sometidos constantemente. Esto dio paso al acuartelamiento de 14 personas en Damas 955, vivienda personal del artista Luis Manuel Otero Alcántara y sede del Movimiento San Isidro.
Durante la semana que estuvieron acuartelados, varios de ellos en huelga de hambre en respuesta al corte de suministros que les hizo la Seguridad del Estado para obligarlos a desistir, fueron sometidos a constantes violaciones, agresiones, ataques y finalmente sacados a la fuerza la noche del 26 de noviembre, que muchos cubanos en redes calificaron como "el día de la vergüenza nacional".
El despliegue represivo y violento contra los activistas pacíficos que pedían justicia y respeto a los derechos humanos, para el cual incluso se bloquearon temporalmente las redes sociales en el país, generó un fuerte rechazó nacional e internacional y propició que más de 200 artistas se concentraran en las afueras del Ministerio de Cultura a mostrar su rechazo y exigir que se les escuchara.
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