El talentoso pelotero cubano Ariel Hechavarría se encuentra en República Dominicana reintentando firmar como profesional con una organización de Grandes Ligas (MLB).
Mezcla de velocidad, poder y versatilidad, Hechavarría se marchó de Cuba en 2016 después de disputar tres Series Nacionales, dos con el equipo Industriales y una con Isla de la Juventud.
Toda la lógica indicaba que Hechavarría firmaría con una franquicia de Grandes Ligas, sin embargo, se encontró con inversionistas "errantes" que no quisieron ayudarlo y terminaron por perjudicar parte de su futuro.
Primero rechazaron ofertas desde 1 millón de dólares hasta 180 mil de varios conjuntos, luego un inversionista venezolano nombrado Edy Gustavo Frailes secuestró su pasaporte, cuando Hechavarría le dijo que continuaría su recorrido sin él. Frailes nunca más apareció.
El cubano tuvo que volver a tramitar su documentación y comenzar desde cero otra vez.
Hechavarría había firmado por entonces con los Navegantes de Magallanes en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) por un contrato de 12 mil dólares, pero solo 3.600 llegaron a sus bolsillos.
El capitalino pegó cuadrangular por la banda del jardín izquierdo en el Juego de las Estrellas de la Liga, en 2017. Su gran rendimiento en la Liga Paralela (especie de Liga de Desarrollo en Venezuela) le valió el llamado.
Tras el triste desenlace con el inversionista Frailes, el cubano se separó un tiempo del juego, tuvo dos hijos y se radicó en Venezuela junto a su esposa.
A sus 27 años, todavía mantiene las esperanzas de poder abrirse un camino en el béisbol. Pudiera ser con una contratación de Grandes Ligas o quizás sea otro el rumbo de Hechavarría. Talento de sobra posee para jugar en torneos del Caribe y circuitos como el de México.
Actualmente, en sus entrenamientos en Quisqueya, ha marcado entre 6.25 y 6.40 en las 60 yardas, y ha mostrado el poder de siempre lo mismo en prácticas que en partidos en vivo. Hechavarría también cuenta con la versatilidad entre sus principales atributos.
Es muy probable que con él también se cumpla la célebre frase del gran Babe Ruth: "Es difícil derrotar a una persona que nunca se rinde".
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