Una sentencia de 22 años fue emitida por un juez provincial de Holguín sobre el feminicida de Beatriz Cuadrado Batista, asesinada el pasado 18 de junio por su expareja en el municipio de Gibara.
En su muro de Facebook, Bárbara Cuadrado Batista, hermana de la víctima, comenta que el juicio se celebró el 26 de noviembre y aunque la fiscalía solicitó una condena de 25 años, el tribunal solo sentenció 22, lo cual generó insatisfacción entre los demandantes que valoraron la posibilidad de apelación.
Sin embargo, la apelación fue desestimada por la fiscalía puesto que la sentencia final se encontraba dentro del rango que ellos pedían, sobre lo cual Bárbara Cuadrado se cuestiona:
“Ustedes creen que sea justa esa sanción, que se ajuste a un sujeto que preparó todo para asesinar a una joven indefensa. ¿Qué se puede esperar de alguien que minutos antes visita a su hija y se despide de ella diciéndole que se va de viaje y cuando regrese le traerá un regalo?”, interpela la hermana de la víctima.
Desde que el 18 de junio el feminicida apuñalara 9 veces a su víctima, de 22 años, Bárbara y los familiares escribieron una carta al primer Ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, para que el caso fuese atendido desde la magnitud que implicaba.
Sin embargo, aunque la Fiscalía General de la República seguía de cerca el caso e informaban a los demandantes sobre cada avance en el proceso, Bárbara asegura que los abogados del acusado trabajan para reducir al mínimo la sanción del homicida. Según declara Cuadrado Batista, el hecho se debe a las influencias de militares vinculados a la familia del acusado.
“(Él) Buscó un cuchillo y le dió 9 puñaladas: tres de ellas en el corazón, 1 en el hígado 1 en los pulmones para causar su muerte al instante”, explica Bárbara.
“Yo suponía que todo se acabaría ahí (en la sanción) pero para sorpresa de nosotros nos enteramos que el abogado había apelado porque no estaba de acuerdo con la sanción impuesta. Su familia, que nunca lo había atendido, ha movido cielo y tierra para lograr disminuir al mínimo la sanción y ahora son los buenos. Nosotros no somos militares pero sí revolucionarios que confiamos en la justicia y más cuando nuestro país ha sido abanderado en la lucha contra la violencia contra la mujer y su integridad por lo que estamos convencidos de el que incurra en este delito debe ser castigado con severidad”, añade la hermana de la víctima para ilustrar la desproporción de la condena con relación a los hechos.
Aunque la fuente se reconoce como defensora de “los valores de justicia de la Revolución”, se cuestiona y, a la vez, emplaza al sistema judicial cubano cuando es capaz de sentenciar a cadena perpetua al joven que perpetró el asesinato de un policía en La Habana, mientras que el feminicida de su hermana solamente es condenado a 22 años.
“¿Acaso por ser hijo y tener familia militar el asesino tiene algún beneficio?”, se pregunta Bárbara.
“Mi hermana es hija de un trabajador consagrado a la labor que realiza por lo cual ha resultado destacado varios años y aunque no es militar sí se formó en una Academia Militar de Nivel Superior (...) Por tanto espero que, de alguna forma, quienes están encargados de impartir justicia no tomen una decisión que al final pueda afectar la vitalidad del sistema judicial cubano en el cual confiamos todos”, concluye Cuadrado Batista su denuncia pública.
En el Código Penal Cubano no se tipifica como delito el feminicidio. A pesar de que en casi todas las legislaciones de la región aparezca actualizada esta figura penal, en Cuba se contempla como asesinato común.
En noviembre de 2019 un grupo de feministas cubanas redactaron un proyecto de Ley Integral contra la Violencia de Género y se presentó a la Asamblea Nacional del Poder Popular, pero el tema no se incluyó en Programa Legislativo del Parlamento, a ejecutarse hasta 2028.
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