Miembros del Movimiento San Isidro se reunieron el pasado miércoles en Damas 955, sede del grupo de activismo y domicilio de Luis Manuel Otero Alcántara, para pernoctar todos juntos a modo de respuesta simbólica a los meses de acoso policial y secuestro domiciliario que padecieron a finales de 2020.
“Anoche nos acuartelamos, asaltamos la casa de Luisma porque era muy tarde para irnos para nuestras casas”, explicaron en un post de su página oficial de Facebook.
La decisión de quedarse junto a Otero Alcántara en la sede del Movimiento parte además de restricciones sobre la circulación de transporte público pasadas las 9 de la noche, según dispuso a principios de enero la Dirección General de Transporte de la Provincia La Habana.
Al día siguiente de que se “acuartelaran” nuevamente, los miembros del MSI recorrieron juntos las calles de La Habana Vieja y compartieron la experiencia a través de las plataformas sociales.
La también miembro del MSI, historiadora del Arte y candidata a Doctora por la Universidad Iberoamericana (IBERO), Anamely Ramos, expresó su alegría ante el encuentro en un comentario en Facebook.
“Que lindo verlos juntos! Yo con ustedes de alguna manera”, manifestó Ramos.
El usuario Liodanys Leo Ramirez, sensibilizado con el encuentro, comentó: “Que linda esa familia unida!! La belleza de ver cubanos de bien, todos juntos”.
El Movimiento San Isidro ha estado en el núcleo de la crisis política que la nación caribeña experimenta desde noviembre pasado. Los acuartelados han logrado suscitar un sentimiento de unidad entre cubanos de fuera y de dentro. Movidos todos por una misma preocupación: buscar espacios democráticos en Cuba y reclamar los derechos humanos violados constantemente por parte del régimen.
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