Las cinco víctimas mortales que dejó el accidente del helicóptero Mi-8MTV-1 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), que se estrelló contra una elevación en el oriente de Cuba, fueron finalmente identificadas.
Además del ingeniero de vuelo Nivaldo García, de Playa Baracoa, Artemisa, que ya había sido identificado, fallecieron el piloto, capitán Ernesto Iván Verdecia Díaz, el copiloto y primer oficial Luis Miguel González Santana y los escoltas Yoani Alarcón Ramírez y Osneiviz Pedro Martínez Reyes.
El helicóptero se estrelló cuando se trasladaba desde el aeropuerto Frank País de la Ciudad de Holguín hasta el aeropuerto Mariana Grajales de la Ciudad de Guantánamo. Fue el último de tres helicópteros que salieron con el mismo destino, y el único que no llegó, según reveló el ingeniero Adrián León, extrabajador de Cubana de Aviación en La Habana.
Según León, en la ruta entre ambos aeropuertos había dos obstrucciones principales: Pinares de Mayarí, con su punto más alto a 3264 pies sobre el nivel del mar (995 m) y otra elevación cerca de San Benito de Mayarí, con su punto más alto a 2494 pies sobre el nivel del mar (760m).
Los helicópteros Mi-17 141 y Mi-17 113, también de las FAR, despegaron poco después y encontraron los restos del accidentado en las elevaciones de Mayarí.
La identificación de las víctimas hecha por Adrián León, fue publicada por el periódico local La Demajagua, pero la prensa estatal no ha emitido una nota oficial con esta información hasta el momento de la redacción de esta nota.
El Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias informó que una comisión estaba investigando las causas del accidente de helicóptero, según dieron a conocer a través de un comunicado.
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