Especialistas en medicina ambiental y salud pública del Hospital Mount Sinai de la ciudad de Nueva York han advertido que la contaminación está provocando que cada vez más bebés humanos nazcan con los genitales malformados.
De acuerdo con la doctora Shanna Swan, investigadora de ese centro médico, una investigación realizada por ella con base en el análisis de una serie de estudios ha concluido que los penes se encogen y los genitales se deforman debido a la contaminación.
La experta publicó el libro Count Down, donde alerta de los desafíos a los que se enfrenta la reproducción humana por esta causa.
Esta científica galardonada, examina el impacto de las exposiciones ambientales, incluidas sustancias químicas como los ftalatos y el bisfenol A, en la salud reproductiva de hombres y mujeres y el desarrollo neurológico de los niños.
De acuerdo con su investigación, la sustancia química que será responsable de la disminución del pene son los ftalatos, que se utilizan en la fabricación de plásticos y afectan el sistema endocrino productor de hormonas.
El denominado síndrome de ftalato, señala Swan, fue observado en ratas. Cuando los fetos estaban expuestos a la sustancia química la especialista notó que nacían con los genitales encogidos, explicó .
De igual modo, los bebés humanos varones que habían estado expuestos a los ftalatos en el útero tenían una distancia anogenital más corta, un factor estrechamente vinculado al tamaño del pene.
Los ftalatos imitan la hormona del estrógeno e interrumpen la producción natural de hormonas en el cuerpo humano. Este comportamiento hace interferencia en el desarrollo sexual de los bebés y los comportamientos de los adultos.
Swan señala que las tasas de fertilidad se verán afectadas en el futuro como resultado de este químico, el cual repercute en el tamaño de los penes de los bebés. Habrá un creciente número de niños que nacerán con penes pequeños, explicó la doctora.
La perspectiva de la doctora Swan reafirma un estudio que en 2017 alertaba que los niveles de esperma en los hombres occidentales había disminuido hasta un 50 por ciento a consecuencia de factores ambientales.
Aunque el ftalato tiene un uso industrial para lograr mayor flexibilidad en los plásticos, la doctora Swan dice que se está transmitiendo a los juguetes y alimentos, y generando daños en el desarrollo humano.
La doctora sugiere que la modernidad no solo está amenazando el recuento de espermatozoides, sino que también altera el desarrollo reproductivo masculino y femenino.
De no revertir este fenómeno continuará disminuyendo la tasa de fertilidad, pues la mayoría de los hombres no podrán producir espermatozoides viables para 2045, advirtió Swan.
Para el periodista de The Guardian, Erin Brockovich, "el libro de Swan es asombroso en sus hallazgos. Se debe abordar la rápida muerte y la disminución de los espermatozoides, y se debe abordar ahora. Simplemente no hay tiempo que perder", subrayó.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (3)Archivado en: