El médico cubano Alexander Pupo Casas hizo un llamado de alerta a organizaciones internacionales para que se movilicen ante el caso del artista Luis Manuel Otero Alcántara, quien se encuentra en huelga de hambre y sed en reclamo de sus derechos violados por el régimen castrista.
"Me gustaría hacer un llamado especial a todas las organizaciones gubernamentales, de Derechos Humanos, a la OMS, a la Cruz Roja Internacional y a todo aquel que valore las vidas humanas a no permitir que nadie más muera por esta causa", indicó.
"Hago un llamado a defender cada petición legítima y cada vida como lo que es, “Un regalo”. Cada vida cuenta, y cuando permitimos que alguien muera sin ser escuchado antes le hacemos el juego a la injusticia y perdemos lo que nos identifica como seres racionales", agregó.
El médico dijo que muchas personas toman a la ligera una huelga de hambre cuando es uno de los métodos de protesta más peligrosos que existe, debido a la gran cantidad de secuelas que puede traer como consecuencia de la inanición prolongada.
"Por centenares de años este ha sido un método utilizado por muchas personas para reclamar ante una arbitrariedad o hacer valer sus derechos o los de otros como seres humanos. Muchos han logrado sus objetivos con las mismas, sin embargo otros han perdido su vida debido a ello. Desgraciadamente, para el gobierno cubano ha significado un mecanismo que ha venido como anillo al dedo para deshacerse de su oposición. Y el mundo ha sido su cómplice", advirtió.
Según Pupo, se define como huelga de hambre “al período de inanición voluntaria, como método de protesta de una persona ante una medida o arbitrariedad, dejando claro que solo se tratará de la no ingestión de alimentos, y conservando la hidratación con agua”.
"Esto significa un mayor tiempo de soporte, pues de suprimir de igual manera la ingesta de agua el colapso del organismo ocurriría mucho más rápido. Sin embargo, ¿cuáles son los efectos que causa para nuestro cuerpo la inanición en el tiempo? ¿Cuánto podemos aguantar sin comer?", se preguntó.
El médico cubano señaló que la sucesión de eventos depende en gran medida del estado nutritivo de la persona que decide someterse a este proceso.
"También dependerá de igual forma de la capacidad que tenga el organismo en cuestión para adaptarse a los cambios que ocurrirán con el paso de los días y las semanas en ayuno total. La explicación que daré a continuación estará fundamentada en los sucesos que deberían ir ocurriendo en un adulto sano con un físico estándar (adulto de 170 cm de talla y 70 kg de peso aproximadamente)", sostuvo.
"Lo primero que ocurrirá en un estado de ayuno será que nuestro organismo comenzará a consumir las reservas de glucosa que se almacenan en nuestros músculos e hígado principalmente. Esto solo tomará aproximadamente 24 horas, y lo primero que deberíamos sentir aparte del hambre, es un déficit de energía en nuestro cuerpo", explicó.
El joven profesional añadió que, ya para el segundo día, debe comenzar a disminuir el azúcar en nuestra sangre y con esto nuestro organismo se verá fisiológicamente obligado a buscar fuentes alternativas de energía (principalmente proteínas y ácidos grasos) en nuestros órganos; esto debe ocurrir primeramente en nuestros músculos, donde el glucógeno contenido en ellos puede aportar las calorías necesarias para 24-48 horas más.
"Al finalizar la primera semana, en ausencia ya de glucosa y glucógeno el organismo habrá comenzado a consumir toda las grasas de nuestro cuerpo, creando una reserva energética que puede durar varias semanas en dependencia del consumo calórico diario y del físico de la persona en cuestión, sabiendo que una persona promedio puede tener aproximadamente de 10-12 kilogramos de grasa en su organismo", precisó.
"Por su parte, la escasez de azúcar en la sangre obligará al páncreas a dejar de producir insulina, lo que obligará al organismo a comenzar a aportar todas sus proteínas de reserva como fuente de energía alternativa y a utilizar a algunos aminoácidos para producir azúcar mediante la gluconeogénesis. Este proceso liberará dióxido de carbono y agua, trayendo como consecuencia una disminución del pH de la sangre (acidosis metabólica) y dañando directamente el funcionamiento correcto del corazón y el cerebro", sostuvo.
Pupo explicó que la segunda semana es el hígado el que mayormente se verá afectado, liberando cuerpos cetónicos debido a la degradación de las grasas para la producción de energía y dejando un aliento característico, que personas no experimentadas pueden confundir con un aliento etílico.
"La rápida utilización de las grasas conducirá a un adelgazamiento muy rápido con signos de atrofia muscular y debilidad extrema. Por su parte el cerebro, en un intento desesperado, inducirá una sensación de hambre extrema que puede obligar al individuo a abandonar la huelga. En este momento pueden también comenzar a aparecer edemas e hinchazones en todas las estructuras producto a la extravasación de líquido desde los vasos sanguíneos", apuntó.
También agregó que las próximas tres semanas estarán marcadas por un malfuncionamiento celular que estará encaminado a proteger el cerebro y el corazón.
"Los riñones comenzarán a fallar y dejarán de filtrar los líquidos (este daño puede ser irreversible). El déficit nutricional comenzará a manifestar sus síntomas más peligrosos y la debilidad llegará a un nivel extremo donde se dificultará la movilidad de las articulaciones y prácticamente hasta hablar será casi imposible para el paciente. Poco a poco se irán limitando los cambios posturales y órganos como los pulmones, los riñones y el hígado dejarán de funcionar paulatinamente. El Sistema Nervioso ralentizará sus respuestas y habrá alteraciones de la coordinación para los movimientos y los reflejos miotáticos y osteotendinosos", detalló.
El médico dijo que entre la quinta y la octava semana se habrán agotado ya todas las reservas de energía provocando un fallo multiorgánico y períodos de pérdida de la conciencia que irán aumentado tanto en frecuencia como en duración, hasta llegar al coma profundo. Para este entonces el fallecimiento puede ser cuestión de horas o pocos días, generalmente debido a un paro cardiorrespiratorio o muerte cerebral.
"Aun cuando se logra sacar al paciente de su huelga a tiempo, debe ser atendido en una unidad especializada en nutrición y debe ser sometido a un tratamiento intensivo vía parenteral para recuperar todo lo perdido durante el ayuno. Sin embargo, esto no significará que no hay una gran posibilidad de secuelas permanentes y complicaciones posteriores", advirtió.
Luis Manuel Otero se encuentra desde hace tres días en huelga de hambre y sed, reclamando el respeto a sus derechos ciudadanos y civiles, poder salir de su casa sin ser vigilado o detenido y la devolución de sus obras de arte, confiscadas por el régimen el pasado 16 de abril.
"Mi mensaje sigue siendo de Patria y Vida. Si mi mensaje fuera de muerte yo me tirara de un balcón o delante de un tren", dijo el artista este martes.
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