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Carta pública de artistas e intelectuales cubanos en apoyo a Luis Manuel Otero Alcántara

Bajo el título “Una vida digna es aquella que puede ser vivida en libertad”, la misiva ha recogido más de 200 firmas en menos de 24 horas e invita a la ciudadanía “con compromiso cívico y vocación por el gesto solidario”, a unirse al reclamo por la vida de Otero Alcántara

Luis Manuel Otero Alcántara © Facebook / Luis Manuel Otero Alcántara
Luis Manuel Otero Alcántara Foto © Facebook / Luis Manuel Otero Alcántara

Este artículo es de hace 2 años

La comunidad virtual Columna Cultural, que aglutina a artistas, escritores e intelectuales cubanos, publicó una carta abierta en apoyo al líder del Movimiento San Isidro (MSI), Luis Manuel Otero Alcántara.

“El hostigamiento contra el artista Otero Alcántara no es solamente una persecución contra un ciudadano portador de ideas y principios, sino un asalto que atenta contra la dimensión sensible de nuestras vidas, pues intenta reducir la potencia de los individuos a un cuerpo desprovisto de sus derechos fundamentales”, señaló el texto de la misiva hecho público este sábado en la página de Facebook de Columna Cultural.

Bajo el título “Una vida digna es aquella que puede ser vivida en libertad”, la misiva ha recogido más de 200 firmas en menos de 24 horas e invita a la ciudadanía “con compromiso cívico y vocación por el gesto solidario”, a unirse al reclamo por la vida de Otero Alcántara y por la satisfacción de las exigencias planteadas por este con su huelga de hambre y sed.

Luego de exponer la cronología de los hechos que han desembocado en la radical protesta del artista, los firmantes de la carta consideran importante resaltar “el alcance absoluto de violencia ejercida por el Estado cubano, que ha prohibido su movimiento, le ha impedido la comunicación con sus amigos y allegados, y ha inhabilitado el ejercicio libre de su práctica artística”.

Esta legítima preocupación por lo que puede considerarse como 'terrorismo de Estado' no queda descartada por la intervención de la Seguridad del Estado que, en la madrugada de este domingo, se llevó al artista de su domicilio al hospital "Calixto García". Lejos de significar el fin de la agonía de Otero Alcántara, el allanamiento de su domicilio y la situación del huelguista continúan provocando incertidumbre sobre la resolución del conflicto.

“Hay que subrayar que la huelga de Otero Alcántara no es un ejercicio asumido como ciego voluntarismo ante la realidad en la que vive. La situación crítica de Alcántara – que se circunscribe ahora a su vida individual, más que a una causa ideológica o a un programa político – debe ser atendida con la gravedad y la urgencia que amerita una crisis como esta”, plantea la misiva.

La solidaridad mostrada por la sociedad civil cubana, los grupos de la oposición, la comunidad internacional, los medios de comunicación foráneos, la prensa independiente, ONG’s y organismos internacionales ha dado una gran visibilidad a las demandas de Otero Alcántara y ha ejercido presión sobre el régimen totalitario, que comprobó que la estrategia de reforzar la represión empezaba a agrietarse.

La manifestación protagonizada por jóvenes activistas en la calle Obispo vino a demostrar al régimen que las protestas aisladas que venían realizando otros actores de la sociedad civil cubana, lejos de atenuarse, crecían en número y determinación. La decisión de desactivar la huelga de Otero Alcántara trasladándolo a un hospital abre un paréntesis en esta tragedia, cuyo desenlace –si pretende ser definitivo- pasa por atender a las exigencias del huelguista, en tanto individuo maltratado por el régimen y representante de los cubanos que exigen cambios pacíficos y el final de una historia de represión y violencia.

A continuación se reproduce el texto íntegro de la carta abierta publicada en Columna Cultural:

Carta pública en apoyo a Luis Manuel Otero Alcántara

Una vida digna es aquella que puede ser vivida en libertad

La más reciente huelga de hambre y de sed del artista y activista Luis Manuel Otero Alcántara pone en evidencia la brutalidad sistemática de un régimen político que degrada una existencia libre a la más cruda desnudez de la supervivencia. Tras la destrucción de sus obras de arte el pasado 16 de abril, cuando su casa fue allanada en un arresto arbitrario y desprovisto de las garantías estipuladas en el marco legal cubano, Otero Alcántara fue forzado a la peor de las situaciones que puede experimentar alguien: poner su vida en juego para trazar un límite ante el acoso policial del poder.

Nos parece importante subrayar el alcance absoluto de violencia ejercida por el Estado cubano, que ha prohibido su movimiento, le ha impedido la comunicación con sus amigos y allegados, y ha inhabilitado el ejercicio libre de su práctica artística. El hostigamiento contra el artista Otero Alcántara no es solamente una persecución contra un ciudadano portador de ideas y principios, sino un asalto que atenta contra la dimensión sensible de nuestras vidas, pues intenta reducir la potencia de los individuos a un cuerpo desprovisto de sus derechos fundamentales. Entendemos la reacción de Alcántara, pues sabemos que una vez que el hombre es privado de su dimensión insondable lo que resta es una vida que, en lugar de apostar por el movimiento creativo, se ve obligada al desgaste de autoafirmar la libertad de sus medios y la fuerza singular de su voz.

Es obvio que las formas del control totalitario– la persecución sistemática, la vigilancia en el espacio doméstico, y la intervención de su comunicación – son una embestida a la psiquis de la persona. Tal es la delicada situación existencial de Otero Alcántara en esta huelga de hambre, en la cual su vida vuelve a entrar en una fase de deterioro irreversible. Aquí es fundamental defender, contra las tentaciones sacrificiales, la necesidad de una vida sensible dotada de dignidad. Es bajo esta certeza que pedimos que cesen de inmediato la violencia policial y el tratamiento infrahumano que recibe un artista que no ha hecho otra cosa que hacer uso de los materiales necesarios para llevar a cabo su creación.

Los abajo firmantes suscribimos las demandas de Otero Alcántara como derecho a una existencia libre: el cese del cerco y de la vigilia policial, el fin de la represión contra libertad de expresión, la devolución de las obras de arte retiradas y la compensación de los daños. También exigimos el fin de la ola represiva y de los métodos violentos que se han venido intensificando en los últimos meses cuando la más joven generación de artistas e intelectuales comenzara un reclamo de autonomía que busca reanudar la mediación entre el Estado y la sociedad civil.

Hay que subrayar que la huelga de Otero Alcántara no es un ejercicio asumido como ciego voluntarismo ante la realidad en la que vive. La situación crítica de Alcántara – que se circunscribe ahora a su vida individual, más que a una causa ideológica o a un programa político – debe ser atendida con la gravedad y la urgencia que amerita una crisis como esta.

Invitamos a amigos y ciudadanía en general con compromiso cívico y vocación por el gesto solidario a unirse a este reclamo, porque una vida digna solo es aquella que puede ser vivida en libertad.

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Iván León

Licenciado en periodismo. Máster en Diplomacia y RR.II. por la Escuela Diplomática de Madrid. Máster en RR.II. e Integración Europea por la UAB.


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