El médico cubano Alexander Pupo criticó el lunes en redes sociales a los galenos de la isla que prestaban sus servicios bajo órdenes de la Seguridad del Estado, incurriendo así en faltas éticas contra la sociedad civil.
“Aberrante ver como médicos cubanos se prestan para participar de las más maquiavélicas torturas de la seguridad del Estado contra el pueblo. Son hipócritas que olvidaron su juramento hipocrático. No son médicos, son armas con conocimiento de medicina. Dan asco”, expresó en Twitter.
Algunos usuarios relacionaron la publicación de Pupo con el tratamiento médico sobre el caso del activista Luis Manuel Otero Alcántara, líder del Movimiento San Isidro (MSI), en el hospital “Calixto García”, en La Habana. "Ningún médico común lo debe estar atendiendo,cuando algo así sucede viene el médico, la enfermera y el resto del team de la jugada,eso es ciencia constituida", dijo uno de ellos.
Desde esa instalación se han enviado imágenes del artista luego de que las autoridades irrumpieran en su vivienda en el barrio capitalino de San Isidro, cuando Otero cumplía una semana en huelga de hambre y sed, como protesta contra la represión y el cerco de la policía política.
Luego de varios días sin noticias de Otero, y de un parte sobre su estado de salud firmado por la Dirección Provincial de Salud de La Habana, circuló un video donde el artista oferció sus primeras declaraciones acompañado de un galeno de la referida institución, agradeciendo a los profesionales de salud del país y pidiendo diferenciarlos del aparato represivo gubernamental.
Unos días más tarde, también se publicaron imágenes de Otero caminando por las instalaciones del hospital en compañía del mismo galeno, quien se identificó como Ifrán Martínez Gálvez, especialista de Primer Grado en Angiología y Cirugía Vascular, y Vicedirector Quirúrgico en el “Calixto García”.
Tras la primera nota oficial sobre el estado del activista, Alexander Pupo, junto a otros especialistas, sostuvo que el informe no parecía redactado por un profesional del gremio, dada la terminología, los errores ortográficos, las incoherencias del diagnóstico, y la ligereza con la que se describía el cuadro clínico presentado por Otero Alcántara.
Debido a sus posiciones políticas respecto del gobierno cubano, el joven Alexander Pupo fue expulsado de la beca que tenía en Las Tunas, mientras estudiaba la especialidad de Neurocirugía en el Hospital Ernesto Che Guevara.
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